La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Estefanía Martín Palop, ha presentado, a agentes sociales, profesionales y judiciales malagueños que trabajan en el ámbito de la violencia de género, un estudio sobre la renuncia de las víctimas a continuar el proceso judicial contra sus agresores, que alcanzan en la provincia un total de 792, lo que supone un 16 por ciento, un porcentaje que supera la media nacional en cuatro puntos.

El estudio, realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla (US), ha sido presentado por Martín Palop y por la profesora de la universidad hispalense María Jesús Cala.

Martín Palop ha precisado que la violencia de género funciona conforme a unos mecanismos muy distintos a los de otros tipos de delitos, lo que impide extrapolar conocimientos respecto a otras renuncias, por lo que se hacía muy necesario un estudio específico a este respecto.

"Esta nueva investigación se constituye en una herramienta muy importante para todos cuantos trabajamos en esta materia", ha expresado, al tiempo que destacado que el IAM va a seguir apostando por el tratamiento integral para atender a las víctimas de violencia de género y sus familias, tanto en atención y protección, como en prevención.

El estudio, titulado 'La renuncia a continuar en el procedimiento judicial en mujeres víctimas de violencia de género: un estudio en la Comunidad Autónoma Andaluza', permite destacar cuatro grandes razones de abandono: la situación sociodemográfica; el propio procedimiento penal; los efectos de la violencia de género; y la situación psicológica de la mujer.

Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de las 4.938 denuncias presentadas en los tres primeros trimestres en Málaga, 792 renunciaron a continuar el procedimiento judicial, iniciado con la denuncia a su agresor.

Un dato positivo, que demuestra el camino a seguir, según ha informado la coordinadora, es que si las mujeres tienen apoyo profesional abandonarán menos el proceso, al igual que el porcentaje de renuncias es menor cuando las mujeres denuncian tras una decisión meditada —el 22,8 por ciento— y mayor cuando lo hacen empujadas por un proceso traumático, pero sin planificación —43,85 por ciento—.