El acusado de asesinar a Amaranta Cueva niega los hechos y dice no recordar nada hasta despertar en Comisaría

Las acusaciones particulares piden 25 años de prisión y la Fiscalía 19 por la muerte de la joven.

El acusado del asesinato de Amaranta Cueva González, de 29 años, Eduardo A.P.T., ha negado este lunes los hechos y dice no recordar nada desde la noche del miércoles 12 de octubre de 2011 hasta que despertó en la Comisaría de Avilés el día siguiente.

Así lo ha dicho durante el juicio con jurado, iniciado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias, en el que se ha negado a responder a las preguntas de las acusaciones particulares, el abogado del Estado y la Fiscalía, contestando solo a su defensa, el letrado Luis Manuel del Valle, que actúa como abogado de oficio.

El acusado indicó que el día 10 de octubre regresó a Avilés desde Logroño, donde había ido a trabajar 15 días en la vendimia y, tras dejar la maleta, salió con la víctima, su pareja desde hacía casi un año, a tomar algo a un bar cercano al domicilio en el que ambos convivían desde hacía unos tres o cuatro meses.

Eduardo A.P.T., que dijo conocer a los abuelos de la joven pero no a la madre, que vivía en Santander y con quien, afirmó, Amaranta "no se llevaba bien", aseguró que habían vuelto a casa esa noche sobre las tres de la madrugada y no recordar haber salido al día siguiente. Tampoco salieron, afirma, el miércoles 12 de octubre aunque recibieron la visita de dos amigos.

Esa noche, según la declaración del acusado, la pareja se quedó en casa viendo en la cama unas películas que se habían 'bajado' del ordenador. Durante ese tiempo, Eduardo A.P.T. reconoce haber bebido "dos o tres copas de vino y sidra" y fumar "tabaco", pero niega haber tomado drogas, afirmando que no es consumidor.

Al respecto, ante los análisis de sangre que evidencian consumo de alcohol y estupefacientes, el acusado indicó que era ella la que le pasaba la bebida y el tabaco. "Me lo metería en el vaso", dijo en referencia a la víctima, de la que dijo que "consumía de todo".

Asimismo, el acusado, nacido en Portugal en 1981, negó haber agredido a la joven en ocasiones anteriores, asegurando que si ella hubiera querido dejarle lo admitiría. De hecho, sostiene que ella no le dijo que quisiera terminar la relación sino que tenían planes de marcharse a Logroño "el lunes siguiente".

Las acusaciones particulares piden 25 AÑOS

En la sesión, que se retomará mañana, las acusaciones particulares en nombre de la madre y de la abuela de la víctima argumentaron su posición y solicitaron 25 años de prisión, la pena máxima.

Por su parte, la Fiscalía y el abogado del Estado, que se persona en la causa por tratarse de un crimen de violencia de género, pidieron una condena de 19 años de cárcel, mientras que la defensa pide la libre absolución al sostener que no es el autor de los hechos y añadir que, llegada a acreditarse la autoría, deben tenerse en cuenta como atenuantes las sustancias consumidas.

Según las acusaciones, entre el 11 y el 13 de octubre se sucedieron diversos episodios violentos después de que el acusado conociera la intención de su entonces pareja sentimental, Amaranta Cueva, de poner fin a la relación. La joven fue golpeada en reiteradas ocasiones, fundamentalmente en la cara y en la cabeza, hasta morir. Así, sostienen que el acusado pretendía de manera consciente y deliberada, además de causarle la muerte, producirle un extraordinario y desmedido dolor, provocándole males innecesarios para acabar con su vida.

La Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato con ensañamiento, con la agravante de parentesco, a lo que las acusaciones particulares añaden alevosía. Además de la pena de prisión, se pide que se condene al acusado al abono de las costas procesales y a indemnizar a la madre y a la abuela de la víctima.

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