Los niños de Valladolid se han despedido este sábado de los talleres enmarcados en el ciclo 'Ciencia Divertida', que ha reunido durante las vacaciones de Navidad a más de 700 participantes.

En el desarrollo de las actividades, organizadas en el interior de una carpa instalada en San Benito, los más pequeños han realizado manualidades y talleres sobre nutrición y ciencia, "los que mejor acogida han tenido". De esta forma lo han explicado fuentes de la organización de 'Ciencia divertida', en el mismo comunicado en el que agradecen el patrocinio de Aguas Valladolid.

"En total se ha recibido la visita de 717 niños", han concretado los informantes sobre la iniciativa que comenzó el pasado 22 de diciembre por la mañana.

Las actividades que han tenido más éxito han sido las relacionadas con el agua, la nutrición y la energía, donde los niños "se mostraron muy participativos y aprendieron mucho", tal y como ha confirmado el coordinador responsable de Monitores y Actividades de 'Ciencia Divertida', Pedro Palacios García.

La media de edad de los participantes se ha situado entre los seis y los ocho años, aunque la horquilla a la que estaban dirigidas comprendía una edad entre los cuatro y los doce. En cuanto a la afluencia, el día que más personas acogió la carpa fue la tarde de este viernes, cuando las colas llegaron casi hasta la Iglesia de San Benito.

El objetivo de los talleres ha sido fomentar el comercio adscrito a la iniciativa 'Pide un deseo' y el Mercado del Val, ya que todos los padres que compraron en estos establecimientos recibieron un ticket para que sus hijos disfrutasen y aprendiesen con métodos innovadores de tipo científico.

En este contexto, de 10.30 a 14.40 horas y bajo el lema 'La importancia del agua', varios monitores impartieron tres talleres sobre el 'Desayuno nutritivo', el 'Agua con la alimentación' y 'Alimentos sanos'. Ya por la tarde, de 17.30 a 20.30 horas, se pudo disfrutar de 'Ciencia', 'Sostenibilidad' y 'Reciclaje'.

"Con las actividades de alimentación el objetivo fue desarrollar actitudes positivas ligadas a una nutrición saludable, fomentando hábitos alimenticios correctos y desechando malas costumbres, mientras que con los del agua conocieron el daño que supone el goteo de un grifo a largo plazo", han explicado las fuentes.

Ya por la tarde los pequeños descubrieron los efectos luminosos de las pompas, se acercaron al mundo del reciclaje y el desarrollo sostenible y supieron la importancia de conservar el ecosistema, además de realizar manualidades como un árbol de Navidad fabricado con botellas usadas.