Cada jornada, miles de personas se agolpan en los andenes de la estación de Cercanías de Atocha para subir o bajar del tren que conecta su domicilio con el lugar de trabajo; es una marabunta, compuesta por 450.000 personas al día, que está más organizada de lo que parece.
Cuando se registran picos de mayor afluencia de viajeros, los vigilantes de seguridad de la estación asumen un rol de policía de tráfico y organizan el flujo de usuarios para evitar el colapso de los andenes.
"Los vigilantes colaboran en canalizar la afluencia de viajeros para evitar aglomeraciones. Forma parte de su labor ordinaria", explican fuentes de Renfe.
El personal de seguridad, una docena de agentes, se coloca en la primera planta, en las escaleras mecánicas que dan acceso a los trenes.
Cuando los andenes se llenan, ellos cortan el paso a los pasajeros hasta que llega a la estación un cercanías y vacían de gente el andén.
Los vigilantes realizan estas tareas bajo la supervisión y a petición expresa de la Gerencia de Cercanías, representada por el jefe de estación.
Situación excepcional
unque su tarea se limita, en principio, a la seguridad, "los vigilantes también ayudan a controlar el flujo de viajeros, en circunstancias excepcionales, para evitar el colapso", explica Francisco la Higuera, representante de la organización profesional Alternativa Sindical.
Por ahora, Cercanías sólo ha tenido que poner en marcha este dispositivo en Atocha, la estación con más tráfico de Cercanías.
Renfe confía en que la futura reforma del edificio y el nuevo túnel a Chamartín alivien la saturación del servicio.
Y también en el suburbano
Metro tiene un protocolo de actuación similar: se pone en marcha con vigilantes de seguridad y personal de la compañía ante situaciones de gran afluencia de viajeros provocadas, habitualmente, por grandes acontecimientos, como partidos de fútbol o manifestaciones, o ante averías en la red propia o en la de Cercanías.
Los trabajadores cortan el flujo de viajeros en los pasillos para evitar aglomeraciones en los andenes y guían a los usuarios para que ocupen todo el largo de la estación.
Ocurre con más frecuencia en estaciones con conexión a Renfe.
- Atocha
Corazón de la red
La estación de Cercanías de Atocha es el corazón de la red de trenes regionales de Madrid.
Por sus andenes pasa cada día una media de 450.000 viajeros, justo la mitad de todos los que usan a diario los cercanías.
- Japón
Empujadores
El metro de Tokio apuesta por estrategias diametralmente opuestas a las de Renfe o Metro de Madrid.
La compañía nipona tiene personal contratado que empuja a los viajeros hasta que entran en los trenes.
- Seguridad
Carteristas
La tarea habitual de los vigilantes de seguridad consiste en resolver incidentes como peleas, robos, tirones, etc.
Están especialmente dedicados a localizar y expulsar de la estación a carteristas.
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