Leonard Beaumont (1891-1986) fue un creador plástico prolífico con presencia constante en el panorama artístico del Reino Unido durante varias décadas. Sin embargo, su obra con más huella está relacionada con trabajos comerciales de diseño gráfico, la actividad que tuvo que practicar para ganarse la vida.

La injusticia de que los dibujos, acuarelas y, sobre todo, grabados de Beumont no tengan el lugar que merecen queda paliada en parte con la exposición The Power of the Print: Leonard Beaumont Rediscovered (El poder de la impresión: Leonard Beaumont, redescubierto), que organiza el Museo de Sheffield, la ciudad natal del artista. La muestra, que estará en cartel durante buena parte de 2013 (hasta el 14 de septiembre), tiene la categoría de una deuda saldada.

Audaz, modernista e influido por el vorticismo —el único movimiento artístico inglés de vanguardia del siglo XX, que se extinguió en 1918, solamente cuatro años después de su creación—, Beaumont fue uno de los grabadores más brillantes de Europa, pero nunca tuvo demasiado interés por vincularse a capillas artísticas o tribus de influencia. La exposición reúne casi un centenar de obras en las que puede apreciarse la huella cubista y el deslumbramiento por Picasso.

Aunque inicialmente encontró inspiración en las vistas espectaculares de los Alpes durante unas vacaciones en Suiza, fueron Tenerife y Madeira, donde pasó largas temporadas, los paisajes, formas y colores que más presencia tuvieron en su obra. No obstante, nunca trabajaba del natural ni tampoco se ayudaba de fotografías: prefería recrear las visiones que permanecían en su imaginación.

Poco antes de su muerte, Beaumont donó buena parte de sus impresiones a la ciudad de Sheffield, donde se había iniciado en el grabado con una serie sobre las fundiciones metalúrgicas. De este fondo procede la exposición, que muestra piezas que no se habían exhibido en público en los últimos treinta años. Para el comisario de la exposición, Sian Brown, el artista creó "una deslumbrante variedad de trabajo" que "ha permanecido eclipsada por sus contemporáneos".

Nacido y criado en Sheffield, Beaumont tuvo una exitosa carrera como diseñador comercial. Entró en el diario Sheffield Daily Telegraph a los 16 años, trabajando como aprendiz mientras asistía a clases nocturnas en una escuela de Arte. Se trasladó a Londres en 1936 y trabajó como artista independiente.

En 1950 fue nombrado consultor de diseño de los supermercados Sainsbury's, donde, en 1964, firmó la identidad corporativa de la cadena según unos patrones que todavía hoy se pueden percibir. También hizo cartelería para el servicio postal.