Miles de vigueses no dejaron atrás la tradición y acudieron a la tradicional cita con los cementerios que se repite cada 1 de noviembre.Ante tal movimiento de ciudadanos, las atenciones se centraron en el cementerio municipal de Pereiró. Allí, Cruz Roja estableció un dispositivo de seguridad con una ambulancia y sillas de ruedas para ayudar a todos a acceder al camposanto.
Además, una docena de agentes de la Policía Local velaron por la seguridad en los 21 cementerios de Vigo. En su trabajo fueron ayudados por diez motoristas.
Por otra parte, la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Vigo rindió un homenaje a los soldados repatriados en la Guerra de Cuba (1898) en el cementerio de Pereiró.
Precisamente ahí se encuentra el mausoleo que este año cumple cien años.
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