La Fundación Santa María de Albarracín está a punto de cerrar el ejercicio de 2012 con "cierto equilibrio", así que ya piensan en el próximo año que será más complicado que el que termina. Así lo ha considerado su gerente, Antonio Jiménez, quien ha señalado que gracias a una subvención del Fondo de Inversiones de Teruel se podrá ejecutar una nueva fase de la restauración de la Catedral de Albarracín.

Están a la espera de saber si el Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón financia también las obras de restauración de la muralla de la misma localidad, ha apuntado.

En declaraciones a Europa Press, Jiménez ha señalado que el año que viene "va a ser un poco más complicado que el año 2012 que, ya ha sido bastante complicado".

Según ha explicado, la Fundación está cerrando las cuentas del año que termina y, falta de algunos detalles están "moderadamente satisfechos" porque cerrarán el ejercicio con "cierto equilibrio".

Por eso, ya piensan en el año 2013 que "va a requerir mucho más esfuerzo para conseguir al menos lo mismo que se ha hecho este año". De momento, y gracias a los 300.000 euros que recoge el FITE de 2012 para la Fundación se podrá llevar a cabo una nueva fase de restauración de la Catedral de Albarracín.

Sin garantía

Aunque esas obras están garantizadas, no ocurre lo mismo con la continuidad de las obras de restauración de la muralla de la localidad.

En este sentido, Jiménez ha apuntado que han solicitado ayudas del Departamento de Cultura del Gobierno de Aragón, pero "me consta que las dificultades del Departamento son serias y quizá haya recortes y se paralicen", al tiempo que ha manifestado que "también me consta que hay voluntad de hacer algo".

Entre tanto y, antes de que acabe el año, el taller de restauración de la Fundación Santa María de Albarracín tiene previsto terminar la recuperación de dos tallas escultóricas de la Iglesia de San Pedro de Teruel y otras dos de la ermita de la Virgen de la Cueva de Caminreal. Las tallas de la Iglesia de San Pedro son de pino policromado del siglo XVIII, mientras que las de Caminreal son de los siglos XIX y XX.

En todos los casos, presentan el mismo problema "los repintes porque, a veces los excesivos cuidados con barnices actuales enmascaran el policromado original que, normalmente era de más calidad", ha dicho Jiménez quien ha recordado que también se les está aplicando un tratamiento antixilófagos. El próximo año, el taller trabajará en la restauración de un retablo de la Iglesia de Ojos Negros.