En casi todas las casas, el baño suele ser una de las estancias más pequeñas. Y sin embargo hacemos bastante vida en su interior. Es un espacio imprescindible y no siempre conseguimos que sea un lugar grato.
En general, son estancias más bien pequeñas, con poca luz y dónde aprovechar al máximo los metros, es vital para lograr establecer un orden armónico entre todos los elementos y hacer de éste, un espacio funcional, íntimo y liviano por los diseños actuales de sanitarios, muebles y accesorios.
El cuarto de baño no solo se ha convertido en un espacio para la higiene personal sino en una parte elemental dentro de la decoración del hogar. Los problemas fundamentales de un baño suelen ser dos: su tamaño y la falta de iluminación natural.
Temiendo en cuenta esas dos cuestiones, en materia de interiorismo y decoración, la planificación de una mampara, juega un papel muy importante. Debe convertirse en un accesorio práctico, seguro, de diseño que aporte ligereza espacial, visual y que impida las fugas de agua.
Como explica Fotocasa, existen tres tipos fundamentales de mamparas:
- De una hoja
Se fijan a la pared con una bisagra y cubre la bañera o plato de ducha hasta la mitad. De hoja batiente: se parece a la anterior, pero se puede mover. Es abatible tanto hacia dentro como hacia fuera si está fijada a un perfil de aluminio, o se mueve solo hacia un lado si está fijada con una bisagra. - De hoja plegable
Se fija a partir de dos o más hojas desplegables y se puede plegar para aprovechar mejor el espacio. - De hoja corredera
Cubre toda la bañera o plato de ducha a partir de hojas que se superponen y se solapan entre ellas.
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