Los testimonios no permiten identificar a los presuntos etarras que robaron 350 armas en una fábrica francesa

  • Las declaraciones de las víctimas del asalto son "demasiado vagos", aseguran los investigadores.
  • Están convencidos de que el robo es obra de ETA.

Los testimonios recogidos en las pesquisas sobre el robo de armas perpetrado por un presunto comando de ETA en una empresa del sureste francés el pasado lunes no han permitido hasta la fecha identificar a sus integrantes, indicaron hoy fuentes próximas a la investigación.

Los testimonios de las víctimas del asalto son "demasiado vagos" para permitir una identificación, afirmaron las fuentes, al salir al paso de conjeturas según los cuales dos miembros del comando habrían sido identificados como Alaitz Areitio Azpiri, ex miembro del aparato de captación de la banda en Vizcaya, y Ohian Barandaia Goñi.

Alaitz Areitio participó también, según fuentes policiales, en un atentado sin víctimas que tuvo lugar el 11 de mayo de 2005 en la calle Rufino González de Madrid, mediante la explosión de un coche bomba que produjo cuantiosos daños materiales.

Debido al modus operandi, la utilización para inmovilizar a los secuestrados de unas esposas sustraídas en marzo pasado a dos gendarmes por etarras confesos, y el acento español de los ladrones, los investigadores están convencidos de que el robo es obra de ETA, en lo que sería la primera acción de este tipo por parte de la banda en Francia desde el alto el fuego declarado el pasado marzo.

Los asaltantes se llevaron unas 350 armas cortas (pistolas y revólveres) y municiones de la empresa Sidam, importadora de armas y piezas, con sede en Vauvert, a unos 20 kilómetros de Nimes.

Parte del comando, en el que había al menos una mujer, secuestró a tres familiares de la gerente de la empresa -su nuera y sus dos nietos, de siete años y nueve meses- mientras que otros tres integrantes, encapuchados, obligaron a la responsable a acompañarlos hasta el local y abrirlo.

Una vez cargado el botín en un vehículo, se dieron a la fuga.

A la mañana siguiente, fueron liberados los tres secuestrados.

El vehículo que sirvió para transportar las armas fue encontrado el martes por la noche abandonado en una zona rural del departamento de Tarn et Garonne (suroeste francés).

El robo ha puesto en entredicho el proceso de paz.

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