Los Baños Califales reabren tras dos años cerrados al público

Han sido remodelados y convertidos en un museo, en el que se han instalado maquetas, diapositivas y ambientación audiovisual.
¿Cómo eran unos baños árabes del siglo x?  Si tiene curiosidad por saber cómo funcionaban, su estructura y hasta como olían, puede pasarse por los Baños Califales de la capital, que desde ayer están abiertos al público.

Este espacio arquitectónico ha sido remodelado tras dos años cerrado al público por problemas de humedades, que provocaban fallos en la instalación eléctrica. Los Baños Califales presentan ahora un nuevo y remozado aspecto tras un proceso de musealización en el que las distintas administraciones (Gobierno, Junta y Ayuntamiento) han invertido 240.000 euros. La entrada es gratuita, tanto para cordobeses como foráneos.

La primera novedad está nada más entrar. Se ha creado un área de recepción, que mediante paneles  y maquetas introduce al visitante en el contexto histórico de los baños. Seguidamente se pasa a un recorrido que se inicia en los antiguos vestuarios, en donde se ofrece un breve vídeo sobre los Baños Califales y sus usos.

Hornos y calderas

A continuación, el visitante se introduce en distintas estancias, donde se sumerge en el ritual del baño árabe, que contaba con una sala fría, otra templada y una caliente, que funcionaban a través de hornos y calderas.

Para la recreación y explicación de las distintas salas  se han colocado vitrinas, diapositivas, ambientación sonora, iluminación especial e incluso perfumes y esencias que trasladan al visitante diez siglos atrás.

Este nuevo atractivo turístico para la ciudad cuenta además con la simulación de un baño andalusí (los servicios públicos de la época) y un bonito jardín, también andalusí, con imágenes iluminadas de vegetales.

Otros espacios visitables son el Salón Taifa (lugar de recepción de autoridades) y las zonas de calderas donde trabajaban los siervos.

Patrimonio de la época Omeya

Los Baños del Alcázar Califal son una buena muestra del inmenso patrimonio histórico y artístico de la época Omeya de Córdoba, la capital de Al-Andalus. Fueron mandados construir en el siglo x por Al-Hakam II para el disfrute exclusivo del monarca, su harén y su corte. Responden al clásico orden heredado de las termas romanas organizadas en estancias abovedadas e iluminadas con forma de estrella. Han sido un modelo a seguir por el arte hispano-musulmán durante siglos.

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