La ONU anunció este lunes su decisión de retirar al personal "no esencial" del organismo internacional que trabaja en Siria debido al recrudecimiento de la violencia en el país árabe. Así lo confirmó ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, quien precisó que el organismo suspendió también las actividades de su Misión de Supervisión en Siria (UNSMIS) "hasta nuevo aviso".

"Es necesario encontrar un equilibrio entre el trabajo que hay que hacer sobre el terreno y la seguridad de nuestro personal en Siria", respondió Neserky cuando le preguntaron por los motivos de la retirada.

Esta misma semana, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tiene previsto viajar a Jordania y Turquía para conocer de primera mano el drama de los campamentos de refugiados sirios, que se espera que asciendan a 700.000 en los próximos meses.

La Unión Europea (UE) también decidió "reducir sus actividades al mínimo" en Siria ante el aumento de la violencia en el país árabe, dijo el portavoz de la representante de la UE para la política exterior y de seguridad común, Catherine Ashton.

Mientras, los ministros de Exteriores de la OTAN darán luz verde este martes al despliegue de misiles tipo Patriot en Turquía para proteger al país ante eventuales ataques desde Siria. Fuentes diplomáticas adelantaron que los países de la Alianza emitirán una declaración en la que autorizarán a "aumentar la capacidad de defensa aérea de Turquía", abriendo así formalmente la puerta al envío de los cohetes, que se haría efectivo en las próximas semanas.

La decisión como tal de desplegar los Patriot corresponderá después a los países que cuentan con esa capacidad: Estados Unidos, Alemania y Holanda, con los dos últimos pendientes de la aprobación de sus Parlamentos. Las "indicaciones", según varias fuentes, apuntan a que los tres socios responderán positivamente a la solicitud de Turquía. El despliegue de los misiles se producirá tras la repetida caída de proyectiles procedentes de Siria en territorio turco y tendrá un carácter únicamente "defensivo" y "disuasorio", según la OTAN.

Por su parte, el presidente de EE UU, Barack Obama, advirtió este lunes al presidente sirio Bachar al Asad de que el uso de armas químicas sería inaceptable y "tendría consecuencias" si llegara a producirse, aunque evitó entrar en detalles.

"El mundo está mirando. Si usan armas químicas habrá consecuencias", dijo Obama dirigiéndose a Asad y a aquellos que están bajo sus órdenes, en un discurso pronunciado en la Universidad Nacional de Defensa.

El comentario de Obama se produce mientras varios funcionarios de los servicios de inteligencia estadounidenses han advertido de posibles movimientos del arsenal químico sirio en los últimos días, por lo que tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado mostraron su preocupación.

"Tenemos una preocupación creciente sobre la posibilidad de que el régimen haga el acto desesperado de usar sus armas químicas", reconoció el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en su conferencia de prensa diaria.

Por otro lado, el portavoz del Ministerio sirio de Asuntos Exteriores, Yihad Maqdesi, ha desertado y huido a Londres, según informó el dirigente del opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) Mohamed Sarmini.

"(Maqdesi) salió de Siria hace dos días y ha viajado a Londres. Nos contactó de forma indirecta", aseguró Sarmini acerca del portavoz, una de las caras más visibles ante los medios de comunicación del régimen de Bachar al Asad.

La deserción fue confirmada por uno de los más importantes miembros de la Ejecutiva del CNS, Ahmed Ramadán, que explicó que Maqdesi viajó este lunes a Londres desde Beirut con ayuda de un pasaporte diplomático. "Estuvo dos días en el Líbano, donde fue acogido por una personalidad del grupo de Acción Nacional Siria", dirigido por el propio Ramadán, aseguró. Maqdesi explicó a sus anfitriones que ha desertado del régimen, y que hay fuertes discrepancias dentro del ministerio sobre la política exterior del régimen.