El arbolado de Pamplona depura anualmente 52 toneladas de contaminantes, según un estudio

El arbolado urbano de Pamplona depura anualmente 52 toneladas de contaminantes del aire, principalmente ozono troposférico (24,3 t) y PM10 -partículas grandes como polvo, cenizas, hollín, cemento o polen- (19,5 t), que constituyen dos de los contaminantes más nocivos para la salud humana en áreas urbanas.
Árbol Florido, Primavera, Flores, Buen Tiempo
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EUROPA PRESS
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El arbolado urbano de Pamplona depura anualmente 52 toneladas de contaminantes del aire, principalmente ozono troposférico (24,3 t) y PM10 -partículas grandes como polvo, cenizas, hollín, cemento o polen- (19,5 t), que constituyen dos de los contaminantes más nocivos para la salud humana en áreas urbanas.

Estos datos se desprenden de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Navarra, en el que se concluye que esta depuración supone un beneficio ambiental de 207.588 euros, según ha destacado el centro universitario en una nota.

El trabajo, elaborado por el Laboratorio Integrado de Calidad Ambiental (LICA) y el departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, señala que los bosques urbanos ofrecen múltiples servicios y beneficios ambientales a la sociedad.

El director del LICA, Jesús Miguel Santamaría, ha destacado que "un bosque urbano bien gestionado puede mitigar el impacto ambiental del desarrollo urbanístico al moderar el microclima de las ciudades, mejorar la calidad del aire, controlar la escorrentía superficial, reducir los niveles de ruidos, crear hábitats para la vida silvestre, reducir el estrés en las personas y contribuir al embellecimiento de las ciudades".

Según este biólogo, "el primer paso para mejorar la gestión del bosque urbano es evaluar su estructura actual y los beneficios que reporta". Con este objetivo, en enero de 2011 se inició un estudio para cuantificar los efectos del arbolado en Pamplona.

La evaluación se realizó fundamentalmente gracias a la aplicación del modelo norteamericano i-Tree (USDA Forest Service), un programa informático capaz de determinar la estructura del bosque urbano aportando datos sobre la composición de especies, densidad de árboles, almacenamiento y secuestro de carbono, reducción de la contaminación atmosférica y otros servicios importantes.

De acuerdo con este trabajo, Pamplona (23,55 km2) posee un total de 173.000 árboles, lo cual supone aproximadamente 70 árboles por hectárea. La mayor densidad se localiza en los parques, frente a las zonas comerciales e industriales. El área foliar total del bosque urbano de Pamplona es de 24,3 km2, con un valor medio de 9.670 m2 por hectárea. Esto significa que las hojas de los árboles de Pamplona podrían cubrir toda su extensión.

Para Santamaría, uno de los resultados más interesantes del estudio es la cuantificación de los contaminantes eliminados por el arbolado urbano de Pamplona (ozono-O3, dióxido de azufre-SO2, dióxido de nitrógeno-NO2, material particulado inferior a 10 micras- PM10 y monóxido de carbono-CO).

Para ello se utilizaron datos de 300 parcelas distribuidas aleatoriamente en el área metropolitana de Pamplona, datos meteorológicos y de contaminación aportados por el servicio de Calidad Ambiental del Gobierno de Navarra, y datos de vegetación suministrados por el área de Proyectos y Conservación Urbana del Ayuntamiento de Pamplona.

Calentamiento global

Jesús Miguel Santamaría ha explicado que las áreas urbanas constituyen zonas con un elevado consumo energético, "lo que supone una producción elevada de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero". "El secuestro de CO2 por las plantas y el almacenamiento de carbono en sus tejidos son dos procesos de gran importancia para mitigar el calentamiento global", ha afirmado.

A este respecto, ha añadido que "los resultados de la modelización han permitido determinar que el arbolado urbano de Pamplona secuestra anualmente 1.126 toneladas de carbono, almacenando un total de 29.854 toneladas del citado elemento". "En este caso, el beneficio económico estimado para la sociedad asciende a 464.705 euros", ha resaltado Santamaría.

El estudio demuestra que "el arbolado urbano desempeña una función clave en el mantenimiento de la calidad ambiental y estética de la ciudad, aportando un retorno económico que supera las inversiones realizadas en su mantenimiento".

Según el profesor de la Universidad de Navarra, "este trabajo debe servir para poner en práctica una serie de estrategias que incrementen los servicios ecológicos del arbolado urbano, así como para concienciar a los ciudadanos de la necesidad de cuidar y proteger este patrimonio natural que tantos beneficios nos reporta".

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