Según la propia Policía Local, el 70% de ellas son robadas. Para conseguirlas, los ladrones actúan, sobre todo, en zonas saturadas, como ferias, mercadillos y locales de ocio nocturno. Un estudio del grupo asegurador CPP dice que desde 2004 los robos en lugares de ocio han crecido un 6% al año.

De hecho, en sólo un fin de semana pueden llegar a recuperarse hasta 20 carteras, pero la cifra baja hasta las siete en un día de semana.

Normalmente se encuentran en la calle, en buzones o en papeleras, pues «los ladrones quieren el dinero en efectivo y, cuando lo cogen, tiran la documentación», comentan fuentes policiales.

No van a recogerlas

Sin embargo, aunque la Policía Local consigue contactar con la mayor parte de los dueños gracias a la documentación, la mitad de las carteras robadas no son recuperadas porque la persona no va a recogerlas.

En opinión de los agentes, la vergüenza juega un papel fundamental. A los vigueses les cuesta reconocer que les han robado o que han perdido la cartera y deciden no acudir a Objetos Perdidos aunque hayan sido avisados.

Desde que recibe el aviso, el afectado tiene un plazo de dos meses para acudir a la Policía Local. Después, cada documento se devuelve a su origen (Policía Nacional, Tráfico o Sergas) para ser archivado o destruido.

Objetos Perdidos funciona en Vigo desde hace 20 años, aunque, según recuerdan los trabajadores, «aún hay vecinos de la zona que no conocen este servicio».

La oficina de Objetos Perdidos se encuentra en el estadio de Balaídos y permanece abierta de 7.00 a 14.00 horas de lunes a viernes. Su teléfono es el 986 233 002.

La policía aconseja

Todo guardado. No sacar la cartera del bolso o del bolsillo para dejarla en una zona en la que pueda perderse de vista.

Bolso cruzado. El bolso debe llevarse cruzado hacia la parte delantera del cuerpo, no sobre el hombro. Así se ponen trabas al método del tirón.

Tarjetas de crédito. La clave de acceso de las tarjetas de crédito debe guardarse en un lugar seguro, no el reverso.

Aglomeraciones. Evitar acudir a lugares con grandes aglomeraciones, pues los ladrones se ocultan entre la masa para pasar inadvertidos.

Vigilancia. Todas las pertenencias deben colocarse en un lugar seguro. Así, el bolso no puede dejarse colgado, por ejemplo, de una silla.