Una decena de carreteras sufren las consecuencias de las riadas

Tres viales permanecen aún cortados al tráfico. Los servicios de limpieza han recogido ya 3.440 toneladas de lodos de Oia, Poio y Baiona. Después, eliminarán los electrodomésticos.
Operarios limpiando ayer el alcantarillado. (M. Vila)
Operarios limpiando ayer el alcantarillado. (M. Vila)
Operarios limpiando ayer el alcantarillado. (M. Vila)
Un nuevo día y los vecinos de Oia, Baiona, Poio, O Rosal, Cangas y Moaña siguen con las botas en sus pies. Un calzado que, según el alcalde de Oia, tardarán varios meses en abandonar. «No creo que vuelva la normalidad hasta dentro de seis meses», asegura Alejandro Rodríguez.Según los datos de los concellos, sólo en Oia, Baiona y Poio se han recogido ya 3.440 toneladas de lodo. La mayor cantidad, en Oia, donde, en opinión del alcalde, se llegaron a llenar hasta 20 camiones de fango en un hora.

Los residuos están siendo trasladados a un depósito situado en A Sobreira (Coruxo). Pero, como reconocen desde la empresa encargada de esta tarea, entre el barro encuentran también electrodomésticos y muebles que se llevan al polígono de Caramuxo en San Andrés de Comesaña. Una vez retirados todos los lodos, comenzarán a eliminar los electrodomésticos inservibles.

Los operarios trabajan ahora para recuperar los cauces de los ríos y canalizar el agua hasta el mar.

Problemas de tráfico

Circular por la comarca todavía es complicado, pues una decena de carreteras sufren las consecuencias del temporal. La más afectada es Oia, donde sólo una está en funcionamiento. La vía de Mougás tiene daños en diez puntos y los problemas se extendieron por toda la provincia.

Carreteras cortadas: La PO-223, en Campo Lameiro; la PO-224, en Barro, y la EP-0018, en Pontevedra.

Piedras y arena: En A Estrada las piedras y la arena invadieron la EP-7017. También se produjeron desprendimientos en la carretera de Vilaboa.

Puente sobre la calzada: En el caso de Silleda fue una parte de un puente la que se derrumbó en la zona de Abades.

Barro: Un barrizal tomó la vía de Mourente-Bora, lo que requirió la intervención de la Policía Local pontevedresa.

Una anciana queda atrapada en su casa y el marinero sigue desaparecido

La familia teme que el temporal dificulte la búsqueda. Una mujer, de 80 años, quedó ayer atrapada en su casa de Vilagarcía de Arousa, debido a las inundaciones que ayer se registraron en esta zona de Pontevedra. En su auxilio acudió una Grupo de Intervención Rápida.

Por otra parte, el marinero desaparecido el lunes mientras faenaba en la ría de Muros y Noia continúa en paradero desconocido. Sin embargo, su compañero sigue en observación en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela.

La familia del desaparecido teme ahora que el temporal impida que se encuentre el cuerpo del joven, de 38 años, pues ya han perdido la esperanza de encontrarlo con vida. «Lógicamente, vivo no va a aparecer», aseguró ayer su tío.

Según aseguran sus propios familiares, «su escasa experiencia, unida al mal tiempo en la mar, desencadenó el accidente».

615 l/m2 de agua sólo en octubre

Según los datos de Meteogalicia, en lo que va de mes se han recogido 615 litros por metro cuadrado, frente a la media de 212 litros que se recogían de media durante el mismo mes de los últimos años. Sin embargo, Santiago ha sido la ciudad más lluviosa de la Península durante la última semana, con 196 litros por metro cuadrado. Así, se supera el máximo histórico que se había registrado en 2002.

Educación. Vuelta a clase

Los 101 niños de Cangas y Poio afectados por las riadas regresaron ayer a sus centros escolares. Hoy lo harán 254 del colegio Isidora Riestra de Poio. Mientras, 11 colegios de la provincia sufrieron daños.

Pesca. Arenales dañados

La Xunta asegura que son tres los arenales con más problemas. A Pobra, Rianxo y Combarro centran las tareas de limpieza, mientras los trabajadores temen que el temporal haya destruido el banco de marisqueo.

Agricultura. Sin granjas

En O Rosal, dos granjas desaparecieron bajo el manto de fango, con ellas, las ovejas, conejos y gallinas. Además, los 5.000 m2 de un invernadero con flores para Todos los Santos quedaron anegados.

Infraestructuras. Ni puentes ni molino

Un total de 17 puentes se han roto en el municipio de Oia. En Baiona han perdido farolas, bancos, señales y muros. En O Rosal desaparecieron dos molinos de agua, seis postes de alta tensión y un muro de contención.

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