El botín: radio–CD, carteras y efectos personales. Generalmente son para la reventa o intercambio por drogas, y sólo se recuperan en un 60% de las ocasiones, afirman en el SUP. Aunque para la víctima no acaban ahí las desgracias: ventanillas rotas o cerraduras forzadas obligan a visitar al mecánico y dejarse unos 200 € en reparaciones. Aunque los hay que trabajan más fino, utilizando largas varillas metálicas –similares a las de medir el nivel de aceite– para abrir las puertas.

De hecho, responden a un perfil variado: desde menores de edad o jóvenes –como el que sorprendió este viernes el 092 en el barrio de la Sagrada Familia–, a politoxicómanos en busca de dinero rápido. Unos y otros coinciden, sin embargo, en la reincidencia de los robos.

Más control... pero por el día

Las asociaciones vecinales han levantado la voz en más de una ocasión contra la inseguridad ante estos robos, y han solicitado al 091 que refuerce la vigilancia. La Policía Nacional, por su parte, está presente con cuatro patrullas simultáneamente en cada turno. En total, 80 agentes (de una plantilla de 621) patrullan la ciudad todos los días, aunque sólo 20 de ellos lo hacen exclusivamente por la noche, según el SUP.