Los niveles de los ríos de la provincia de Jaén se encuentran "controlados" y con un Guadalquivir "muy lejos" de llegar al punto "a partir del cual hay que preocuparse", tal y como ha precisado el subdelegado del Gobierno, Juan Lillo.

A preguntas de los periodistas sobre los efectos de las últimas lluvias en los caudales, Lillo ha explicado que se ha tomado la "medida preventiva de desembalsar la misma agua que está entrando" en los pantanos del Guadalén y Guadalmena. "Como la medición es exacta se está haciendo con objeto de ir soltando y tener siempre la capacidad luego de frenado de agua por si hay alguna lluvia. Por ejemplo, se prevé que el viernes caiga del orden de 40 litros", ha indicado.

En cualquier caso, ha destacado que "de momento los niveles de los ríos están controlados" y en el caso del de mayor importancia, el Guadalquivir, su "punto álgido" situado en Andújar "está entre 300 y 400 metros cúbicos por segundo, muy lejos de los mil y pico que es la capacidad a partir de la cual tenemos que preocuparnos".

Así las cosas, el subdelegado ha insistido en que actualmente está "todo tranquilo", al tiempo que se ha mostrado "encantado de que siga lloviendo" por el beneficio que supone tanto para los pantanos de la provincia como el campo jiennense "para que haya buena cosecha (de aceituna) el año próximo, ya que éste está fastidiada".

Por otro lado, Lillo se ha referido a los efectos de las precipitaciones en la A-4, con un corte total durante varias horas del pasado domingo, para reconocer que las anegaciones suponen es un problema que "se viene produciendo desde hace mucho tiempo", si bien "no había tenido la incidencia de estos días" cuando los en torno a 140 litros registrados en dos días en la zona de Sierra Morena provocaron "avenidas importantes".

Al respecto, ha recordado la existencia de un estudio de 2006 para evitar esta situación que "no se llegó a término" y que pretende analizar "la semana que viene en Guarromán" junto con el director general de carreteras y el jefe de la demarcación de Andalucía Oriental. La intención es conocerlo para en caso de ser necesario "ponerlo al día y procurar dar solución a la mayor brevedad posible", ya que aunque no hubo ninguna desgracia personal, sí se produjeron "retenciones muy fuertes" con momentos en los que hubo "3.000 ó 4.000 coches", de modo que unas "10.000 ó 12.000 personas" estuvieron pendientes de una incidencia que se solventó "pero duró mucho tiempo, prácticamente desde las 14.30 a las 22.30 horas".

Preguntado por la administración a la que correspondería el coste, por ejemplo la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir o Fomento, Lillo ha comentado que "al final es el Estado el que tiene que hacerlo y se hará", aunque es "la carretera es la que se inunda" y "tendría que ser una cosa seguramente de Fomento".