El niño, a quien su padre cuidaría si no careciera de lo más elemental para mantenerlo, vivirá el resto de sus días bajo los focos, como la propia Chabelita, la hija de Isabel Pantoja, adoptada en Perú, o las dos gemelas de la baronesa Thyssen.

Las niñas fueron adoptadas de forma misteriosa en Los Ángeles a un matrimonio norteamericano que, seguramente, no padecía los gravísimos problemas del pequeño Dave.

Con la salvedad de la baronesa Thyssen , con extraordinarios contactos en Los Ángeles gracias a su matrimonio con Lex Baker, adoptar en el tercer mundo es lo que está de moda entre los famosos

Algunos asistentes sociales que velan en España por la idoneidad de las familias en los procesos de adopción señalan que algunos reportajes de famosos publicados en revistas del corazón despiertan una auténtica oleada de interés por los lugares de origen de los pequeños. Es el caso de Anne Igartiburu, que adoptó a su hija Noa en India, un lugar donde la adopción es extraordinariamente difícil.

Si usted quiere adoptar en Malawi y no se apellida Ciccone ni es cantante tendrá que residir dos años en el país para poder dar un hogar a cualquiera de los pequeños que residen en sus orfanatos. Boniface Mandere portavoz de la organización "Eyes of child" de Malawi ha señalado que las autoridades del país han dado el visto bueno a la adopción de su pequeño compatriota en atención a la enorme fortuna de la cantante.

¿Heredará el niño en igualdad de condiciones que sus hermanos biológicos? No hay garantías de ello, y para prueba el polémico testamento de Rocío Jurado. La chipionera legó a sus hijos, Gloria Camilla y José Fernando, una estricta legítima que a la vista del enorme montante de propiedades que había legado a su hija biológica, Rocío Carrasco, no era tal. Ni siquiera disponían del usufructo sobre la casa, ya que en el testamento estaba estipulado que había de ser vendida en un plazo determinado de tiempo.

Y luego está el inconveniente de crecer bajo los focos. Una querella millonaria contra el diario Ya en los setenta protegió la intimidad de Zeus Tous, el hijo de Sara Montiel. En cuanto cumplió dieciocho años los programas dieron amplia cobertura a cambio de dinero a las vicisitudes de una madre biológica por la que su hijo no sentía absolutamente nada.

El padre del hijo de