La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, recalca que España es "plural" desde su nacimiento, hace más de 500 años, y por ello, defiende que Cataluña y el resto del Estado deben seguir caminando juntos.

En la apertura de la 19 Intermunicipal Popular que este viernes ha arrancado en Barcelona, Cospedal ha asegurado que "el corazón de España tiene una parte catalana que es única, que es especial y que es una referencia" y que Cataluña forma parte del hecho de ser y sentirse español, ha dicho.

"España es un gran país porque, entre otras cosas, tenemos a Cataluña" y este principio lo va a defender siempre el PP, ha indicado Cospedal, que ha abogado por la moderación, el consenso y el diálogo frente a la radicalización y la separación.

Así, ha postulado a su partido como fuerza que aboga por "el interés común para salvar obstáculos y afrontar el futuro desde el entendimiento, y nunca desde la rivalidad o el rencor".

"La democracia no consiste en que todos pensemos igual o todos estemos de acuerdo en todo. Consiste en saber vivir en el desacuerdo" y por ello es imprescindible el diálogo y el hecho de tender puentes, algo en lo que está plenamente comprometida su formación.

En este sentido, Cospedal ha defendido la pluralidad de España, una característica que se consagró en la Constitución de 1978, pero forma parte de su idiosincrasia: "España no es plural porque lo diga el PP" ni tampoco porque lo diga CiU o Artur Mas.

Lo es "porque ya lo era y lo ha seguido siendo desde que se constituyó como nación hace más de 500 años" y precisamente, esta diversidad es uno de los ejes de la Constitución, texto que en 1978 también refrendaron una gran mayoría de los catalanes.

"El PP defiende nuestras normas de convivencia y un ordenamiento jurídico que también recoja esta pluralidad", y la Constitución es garante de ello, ha recordado.

Según Cospedal, la Constitución "tendrá sus partes mejores y sus partes más discutidas" pero en cualquier caso, es el texto que garantiza el actual modelo autonómico, que da más competencias a las comunidades que las que tienen los 'lands' alemanes en el ámbito administrativo, pero también a nivel político y fiscal.