La estructura metálica construida especialmente para poder trasladar uno de los pecios hallados durante las labores de construcción de la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz ya se encuentra "lista para la inmersión". El pecio, de 21 metros de eslora por siete de manga, podría pertenecer a la segunda mitad del siglo XVII.

Según han detallado desde la Delegación Territorial de Cultura de la Junta en Cádiz y la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), la plataforma metálica forma una estructura rectangular de 26 metros de eslora que se sumergirá rodeando al pecio. Para poder elevarlo a la cota -5 metros en la que se realizará el traslado y posterior ubicación, es necesario que los buzos pasen de lado a lado de la estructura 43 cinchas que abrazarán la base del barco.

Dadas las limitaciones de los trabajos subacuáticos —los buzos no pueden permanecer más de 1,5 horas sumergidos a la cota que se encuentra el pecio, -14 metros—, se calcula que este trabajo puede prolongarse alrededor de un mes.

Una vez terminados estos preparativos, se contará con una pontona que tirará de la estructura hacia arriba y elevará el pecio a la cota deseada para ser remolcado a la ubicación final, donde continuarán las labores de excavación e inspección bajo la supervisión de la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y el Centro de Arqueología Subacuática (CAS).

Según han recordado, durante el inicio de las obras de construcción de la terminal de contenedores del puerto de Cádiz se localizaron dos pecios. Éste, que será trasladado en breve tras autorizarlo el pasado mes de agosto la Dirección General de Bienes Culturales, y otro que se encuentra fuera de la línea del futuro muelle y sobre el que se están realizando excavaciones arqueológicas en la actualidad.

Los trabajos de excavación comenzaron el pasado 27 de agosto. Hasta el 1 de octubre, fecha del último informe, un equipo técnico formado por siete profesionales de la empresa Tanit y tres del CAS, han realizado un total de 99 inmersiones.

En el transcurso de las diferentes actividades arqueológicas, que hasta el momento se han realizado en ambos pecios, se han localizado nueve lingotes de plata de diferentes tamaños, un peto de hierro con remates de bronce, planchas de cobre, dos monedas de plata y una campana de bronce.

La intervención arqueológica que actualmente se realiza sobre el segundo pecio ha permitido, igualmente, recuperar piezas arqueológicas que aportan datos acerca de las pautas y materiales utilizados en la construcción del barco, así como sobre la vida a bordo en un buque de estas características.

Entre ellas, destacan los elementos pertenecientes a las vajillas en peltre, cerámica y vidrio vinculados al menaje de cocina utilizado a bordo de forma habitual, las pipas de caolín, así como diversas botijas algunas de las cuales, al estar selladas, aún conservan su contenido.