Las direcciones del PP y del PSOE no han tardado en reaccionar a los últimos resultados del barómetro del CIS publicado este lunes. Unos y otros han llevado a cabo un cruce de acusaciones tras conocerse que el 73,2% de los ciudadanos ve la situación política como "mala" o "muy mala", y que la clase política y los partidos suponen el tercer problema en este país.

En el caso del PP, el vicesecretario general de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, está convencido de que la percepción que dan las encuestas sobre la clase política volverá a mejorar cuando empiecen a verse los resultados de la gestión del Gobierno.

Según Floriano, siempre ocurre que en épocas de crisis y tras gobiernos socialistas hay una etapa en la que se habla mal de la clase política, pero cuando vuelve el PP al Gobierno y a medida que se va notando su gestión esa percepción cambia y el "prestigio" de la política "sube". Pasó en 1996 y está convencido de que volverá a ocurrir ahora.

Además, ha considerado que desde el propio Gobierno, el PSOE emitió un discurso tendente a apuntar que todos los políticos son iguales para evitar el cambio. "Pero no todos somos iguales", ha añadido el dirigente popular, para quien la "política reformista" del Ejecutivo de Mariano Rajoy va a dar resultados y "ayudará a que la opinión de los ciudadanos cambie".

Y como ejemplo de que no se puede meter a todos en "el mismo saco" ha subrayado que en esta campaña electoral los actos del PP se llenan con "miles de personas", mientras "otros no son capaces de llenar aforos de doscientos asistentes" —en clara alusión a un mitin de Rubalcaba en un municipio gallego con motivo de las elecciones del 21 de octubre—.

Mientras, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, achaca la inquietud de los españoles en la clase política con la crisis económica actual. Su criterio es que hay una relación directa entre la situación económica y la política del país, porque "la gente quiere soluciones y mientras no las encuentre en la política, habrá ese rechazo".

Ahora bien, ha precisado que, en su opinión, se trata de "un rechazo general a unas políticas concretas, las del PP, basadas todo el día en la mentira y el recorte".