Los sindicatos agrarios (Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego) han llamado este viernes a la "desobediencia civil" si el Gobierno central no accede a retrasar la aplicación de los contratos lácteos obligatorios hasta el momento en que ganaderos e industria puedan negociar "en pie de igualdad".

En una rueda de prensa de los tres secretarios xerais con el líder de Anova y candidato en las elecciones por Alternativa Galega de Esquerda, Xosé Manuel Beiras, han coincidido en criticar que se obligue a los productores a firmar esos contratos previos si no se garantiza que se cubren los costes de producción.

Los productores gallegos, ha advertido el responsable de UU.AA., Roberto García, "siguen cobrando el precio más bajo de toda la Unión Europea", con unos 28 céntimos por cada litro. Ahora, ha advertido, la industria contará con un nuevo instrumento para "obligar a entregar la leche por debajo de los costes de producción". Por ello, si no se retrasa la fecha de entrada en vigor de los contratos —3 de octubre—, llama a la "desobediencia civil".

El problema, ha insistido, se resuelve con voluntad política y creando los mecanismos para que el precio "se forme de abajo a arriba", ha reclamado. En el mismo sentido, la secretaria xeral del SLG, Isabel Vilalba, ha rechazado la medida del Gobierno central: "No puede ser que estemos obligados —a firmar los contratos— si no hay garantía de que se cubren los costes de producción".

Además, ha reprochado que no se haya convocado la Mesa do Leite, pese a las peticiones de los sindicatos, o que no se hana establecido mecanismos para intermediar y garantizar una negociación entre iguales para productores e industria.

El responsable de XX.AA., Francisco Bello, ha defendido que la existencia de contratos es "positiva" para el sector, pero "no hay una negociación equilibrada", por lo que ha insistido en pedir una "moratoria". Además, ha destacado que mantendrán contactos con las fuerzas políticas para buscar su apoyo, pues es "vital" que recojan sus demandas.

Por su parte, Beiras ha censurado que el "desmantelamiento" del sector agrario está organizado y es "a propósito". Así, ha manifestado que la Alternativa Galega de Esquerda está "rotunda y absolutamente dispuesta a pelear en el Parlamento" para "dar la vuelta por el forro" a la situación de los ganaderos gallegos.

Este sector, ha avanzado, será "una de las prioridades" del programa electoral con el que concurrirán a las elecciones del 21 de octubre, puesto que las actuales políticas y, en concreto, el contrato obligatorio, está "devolviendo a los ganaderos a la servidumbre".

Leche como reclamo

Sobre la firma de un código de buenas prácticas por el que las distribuidoras se comprometan a no usar la leche como reclamo, rebajando los precios hasta los 48 céntimos, los sindicatos han coincidido en que "no compromete a nada" y es "papel mojado", como ha dicho Vilalba. La responsable del SLG ha insistido en que "la buena voluntad no es la solución".

García ha calificado la medida de "edulcorante" y ha reivindicado que el Gobierno tiene las herramientas jurídicas para impedir este tipo de prácticas y sancionar a la distribución o evitar que se venda la leche a precios "artificialmente bajos".

"Si alguien tiene que firmar un código de buenas prácticas es porque reconoce implícitamente que tiene malas prácticas", ha resumido Bello, que ha concluido que "son voluntarismos que están bien, pero no dejan de ser voluntarismos".