Un jurado popular ha declarado este viernes por mayoría culpable de un delito de asesinato al hombre acusado de acabar con la vida de una mujer, con la que llevaba varios días conviviendo en la casa de ésta en la localidad malagueña de Casares, descuartizar su cuerpo y, luego, tirar las distintas partes al mar.

Los miembros del Tribunal popular han considerado que de las pruebas practicadas y de las declaraciones realizadas por testigos y por los agentes que intervinieron en la investigación se llega a una "secuencia lógica" de cómo ocurrieron los hechos, la cual conduce "a declarar culpable" al hombre.

La Fiscalía mantiene la petición de 17 años de cárcel realizada inicialmente para el hombre y que indemnice al hijo de la víctima con 240.000 euros. Además, ha solicitado que se prorrogue la situación de prisión hasta la mitad de la pena que se imponga; mientras que la defensa ha indicado que previsiblemente presentará recurso.

Los hechos sucedieron en diciembre de 2007. Según el escrito de acusación del fiscal, el acusado estaba con la mujer en la casa de ésta donde llevaban varios días conviviendo y en el transcurso de una conversación con la víctima "comenzó a golpearla" con el palo de una escoba.

Luego, la cogió fuertemente de las muñecas "y la maniató con una cinta adhesiva", tras lo que "la apuñaló dos veces por la espalda con un cuchillo", alcanzándole al pulmón, lo que le provocó hemorragias que no le ocasionaron la muerte en ese momento, pero sí la dejaron en estado de semiinconsciencia, dice la acusación.

El ministerio público señala que la víctima se hallaba sin posibilidad de defensa alguna y, estando así, el acusado "le tapó la boca y la nariz, asfixiándola hasta morir". Una vez muerta, indica, "descuartizó a la mujer" con una sierra en cuatro partes y "arrojó las distintas partes al mar".

El acusado se declaró inocente y negó haber matado a la mujer y los demás hechos por los que se le acusaba, explicando que la víctima le dejó vivir por unas semanas en su casa, porque él no tenía dinero, y que la última vez que la vio fue cuando vino un amigo de ella alemán y se fue de viaje con él.