Como si de la popular película Bienvenido Míster Marshall se tratara, Valencia recibió ayer en el Dique Este del puerto con dolçaines, bailes y trajes regionales a los 2.800 cruceristas del Queen Mary 2, uno de los más grandes y lujosos del mundo.

Y no es para menos, teniendo en cuenta que este tipo de turismo se está convirtiendo en un bálsamo para el sector turístico valenciano en plena crisis. De hecho, también ayer otros dos grandes buques atracaron en el puerto: El Adventure of the Seas con 3.840 pasajeros y el Costa Pacífica con otros 3.780. En total, 10.420 turistas llegados en estos hoteles flotantes tomaron ayer las calles de la ciudad.

La jornada de ayer no es sino la confirmación del auge del puerto de Valencia como destino emergente del turismo de cruceros. Las cifras así lo atestiguan, ya que la ciudad logrará a finales de año la histórica cifra de 500.000 cruceristas, un 32% más que el año pasado y más del doble de los 240.000 que obtuvo hace dos años, según datos de Turismo Valencia. Además, durante el primer semestre de este año es la ciudad española que más ha crecido como destino de este sector, con un 53%, según Puertos del Estado.

En cuanto al perfil de los cruceristas, más de la mitad de los extranjeros son alemanes y franceses, mientras el 15% son italianos y el 10% americanos. Fuentes de Turismo Valencia han informado que una vez llegan al puerto, la mayoría de los turistas optan por hacer una ruta por el centro histórico, lugar que suelen elegir para comer. Después, el destino más común suele ser la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Los comercios abrieron

Aprovechando el filón de los 10.000 cruceristas, algunos comercios del centro histórico de menos de 300 metros (únicos con libertad de horarios) decidieron abrir sus puertas como prueba piloto de cara a abrir en futuros festivos con tirón turístico. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, pidió a los comerciantes un esfuerzo en este sentido.