El hombre fue acusado por su suegra de jugar «mucho» a las tragaperras y de que lo único que hacía era «salir de fiesta». La mujer añadió que su hija estaba «desequilibrada» por la falta de alimento, lo que, a su juicio, le impidió ser consciente del deterioro de la salud de sus niños. Por ello, reclamó que la mujer fuese juzgada «con un examen psicológico».Asimismo, reprochó a los vecinos y a los Servicios Sociales que no hubiesen intervenido a tiempo para evitar la muerte del niño.
«Es una vida que se podría haber salvado y que se ha ido por descuido», dijo al preguntar por qué los asistentes no intervinieron en el caso.
«Es una vida que se podría haber salvado y que se ha ido por descuido», dijo al preguntar por qué los asistentes no intervinieron en el caso.
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