El dirigente del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Ocalan, ha pedido a su partido que "entierren las armas" para poder alcanzar una solución democrática al problema del Kurdistán.

"Venid, vamos todos juntos y de una vez por todas a deponer las armas en Turquía y en todo Oriente Medio como medio para conseguir nuestros fines. Enterremos las armas", dijo Ocalan, según la versión de la agencia pro kurda Firat.

Hasta ahora, el gobierno turco no ha emitido ninguna reacción a este llamamiento, ni se espera que lo haga, ya que no suele dar ninguna relevancia a las palabras de Ocalan.

Sin embargo, los observadores en Turquía consideran que el llamamiento de Ocalan puede tener efectos inmediatos, dado su predicamento entre las bases del PKK, que se ha mantenido casi intacto pese a sus siete años en prisión.

Conmutaron su pena de muerte

Ocalan fue capturado en Nairobi en 1999 y trasladado hasta Turquía, donde fue juzgado y condenado a muerte, pero las negociaciones de Turquía para entrar en la UE obligaron al estado a conmutar la pena de muerte por cadena perpetua, que cumple en una prisión situada en una isla en la que es el único reo.

Según Firat -habitual portavoz del PKK-, Ocalan dijo a sus abogados que en los últimos diez años ha llegado a la conclusión de que la lucha armada solo puede ayudar a la "cuestión kurda" hasta cierto punto, sin aportar la solución definitiva.

"Ha habido un auténtico derramamiento de sangre. Cantidad de gente ha muerto en ambas partes sin que veamos una solución" afirmó Ocalan.

Además, "La opinión pública conoce nuestros esfuerzos por una tregua, que han fracasado una y otra vez. Por razones que nos competen a nosotros tanto como al estado, no hemos llegado a ninguna parte, y es una pena", dijo Ocalan.