La Junta, obligada por ley a dar el 0,7% en ocho años

Ahora sólo se destina el 0,23% para ayudar a los países más pobres. La norma llega 12 años después de las famosas protestas de la Plataforma 0,7 ¡Ya!.
Arriba, protesta en la apertura de la Seminci de 1994. Abajo, concentración en la Plaza Mayor ese año. (Efe / Sodepaz).
Arriba, protesta en la apertura de la Seminci de 1994. Abajo, concentración en la Plaza Mayor ese año. (Efe / Sodepaz).
Arriba, protesta en la apertura de la Seminci de 1994. Abajo, concentración en la Plaza Mayor ese año. (Efe / Sodepaz).
Compromiso a largo plazo,  pero menos es nada, según las organizaciones que ayudan a los países más pobres. Castilla y León aprobó ayer una ley que obliga a la Junta a destinar el 0,7% de sus ingresos propios anuales al Tercer Mundo.Este objetivo se debe cumplir en 2015 porque el punto de partida es bajo: ahora sólo se dedica el 0,23% (9,7 millones de euros). Además, los fondos se extraerán de los ingresos propios de la Junta, y no de su presupuesto anual. Pese a ello, se trata de un compromiso con números y fechas, «algo muy importante», afirma Sara García, de la secretaría técnica de la Coordinadora regional de ONG para el Desarrollo.

La pelea

En estos años, las administraciones han aprendido que el 0,7% es inamovible, así que lo que hacen es cambiar la cifra de donde extraen los fondos (primero, fue el PIB; luego, los presupuestos; ahora, los ingresos) con el consiguiente recorte. «Además, incluyen los salarios de los funcionarios que trabajan en este tema como ayuda al desarrollo», se queja Damián Antúnez, secretario de la Fundación Paz y Solidaridad.

La ley, aprobada con el apoyo de todos los partidos, también contempla un registro de agentes de cooperación al desarrollo. «Así sabremos quiénes trabajamos en esto», dice Sara García, que también se muestra preocupada por el papel principal que se le concede a las empresas, «porque su cooperación no incluye el ‘sin ánimo de lucro’».

Nostalgia de 35 días en Poniente

Una acampada durante 35 días en el Poniente, en 1994, impulsó la plataforma 0,7%.

Nadie vincula la ley aprobada ayer al movimiento social que se generó a principios de los noventa en toda España en apoyo al Tercer Mundo. Sobre todo porque ha pasado mucho tiempo. Las acampadas en los parques de las ciudades dejaron una imagen imborrable entre quienes participaron. La de Valladolid, en Poniente, duró 35 días. Empezaron instalándose diez tiendas de campaña y llegaron a ser cerca de 100. «Hacía un frío tremendo, con muchos días de niebla, pero lo que sí había era buen rollo», recuerda Manuel Espinilla, de Entrepueblos.

Se organizaron varias comisiones: lúdica, infraestructura, charlas, de agitación... Todos los días, a las 20.00 h, se reunían en asamblea, órgano de decisión de la llamada ciudad solidaridad. Los vecinos les llevaban churros, comida caliente...

Blanca Ortega, de CC OO, asegura que la reivindicación continúa en pie: «Incluso si llegáramos al 0,7% del PIB, no compensaría lo que robamos en el comercio internacional».

El 0,7% sigue. Antúnez, de Paz y Solidaridad, apunta que el auge de los noventa está de vuelta. La próxima cita, el 21 de octubre en Madrid.

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