La elección. Una franquicia en expansión puede estar más preocupada por abrir tiendas que por ofrecer una buena gestión a los establecimientos en funcionamiento. Elegir una marca equilibrada y con potencial financiero es fundamental.

Para empezar es necesario contar con un local que se adapte a las necesidades de la franquiciadora. A continuación habrá que pagar entre 3.000 y 600.000 euros –dependiendo de la marca–, a cambio de los cuales la franquiciadora adapta y decora todo el establecimiento (mobiliario, maquinaria, cartelería...). También hay que pagar todos los meses royalties en concepto de servicios de la marca al franquiciado y hacer frente a cánones de publicidad, que varían entre el 2 y el 6% de los beneficios, según Tormo y Asociados, consultores de franquicias.

La apertura. Tiene sus pros y contras. La fuerte inversión inicial y el saber que otros establecimientos ofrecen el mismo producto son algunos de los inconvenientes que hacen que cueste arrancar. A cambio, resulta más fácil encontrar financiación por parte de los bancos cuando se desea abrir un proyecto empresarial de este tipo.

El funcionamiento. El éxito reside en el know how de la franquicia (la filosofía, la gestión, la distribución… todo lo que hace que la empresa funcione igual en todo el mundo). En lo que se refiere a los productos, la compra en un grupo es más barata que realizarla de manera independiente y de este modo la financiación y plazos de pago se hacen más desahogados. Los gastos de publicidad son menores porque es la casa central quien se encarga de dirigir la estrategia de marketing y se tiene acceso a medios de comunicación que de otro modo serían inaccesibles. Más inf.: Tormo y Asociados . Del 26 al 28 de octubre en el Salón Internacional de la Franquicia de Valencia.

Su experiencia

Santiago Sierra. 29 años, franquiciado más joven de la cadena Spejos.

"Llevamos tres años como franquiciados y ya tenemos dos peluquerías, en Madrid y Cáceres. En octubre abrimos una nueva en Plasencia. La casa responde bien porque es una de las franquicias más potentes que hay".

Olga Largo. 41 años, dirige un establecimiento Dunkin Donuts.

"La firma está en expansión y su nuevo equipo atiende a nuestras peticiones. Antes tenía otras franquicias y me cambié a esta. En los cinco años que llevo siempre me he sentido apoyada y con facilidades para mejorar".

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