El portavoz del equipo de gobierno de la Diputación de Sevilla, Manuel Domínguez (PSOE), ha defendido este martes que la institución provincial lleva años realizando "ajustes de ahorro" de aplicación exclusiva para personal político y eventual, por lo que ha pedido "colaboración" a los sindicatos UGT, CCOO, USO y Ustea para una negociación "ajustada a la difícil situación económica".

Domínguez ha hecho alusión al documento firmado por estos sindicatos en el que criticaban que el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, apuntara en una entrevista a Europa Press que se había abierto un proceso de negociación bajo las premisas de dejar sin cubrir las vacantes y revisar las prestaciones a los trabajadores "mientras el personal eventual y político sigue creciendo".

En este sentido, ha destacado ajustes realizados "sólo para el personal político y eventual", como la rebaja de sueldo del propio Villalobos "un 14 por ciento" y del resto de políticos de la institución, que cobran "una media de un ocho por ciento menos desde 2009".

Asimismo, ha afirmado que para el mandato 2011-2015 se ha reducido un 18 por ciento el gasto en personal eventual, se ha suprimido un diez por ciento los puestos de eventuales, se ha rebajado cerca de un siete por ciento las asignaciones para los grupos políticos y las dietas se han reducido en un 45 por ciento.

De este modo, ha indicado que "mientras que todos estos ajustes de ahorro tomados por el gobierno provincial de la Diputación de Sevilla y vigentes desde julio del año pasado han sido de aplicación sólo para el personal político y eventual, las condiciones laborales del personal funcionario y laboral sólo se han modificado en función de la obligación legal que tenemos de administrar las normas redactadas desde el gobierno central".

Por tanto, Domínguez ha aclarado que desde el equipo de gobierno se busca "llegar a un acuerdo con los representantes de los trabajadores para cumplir lo pactado en las mejores condiciones posibles", pero ha subrayado que "ahora más que nunca es imprescindible la colaboración de todas las partes" para que la negociación sea "lo más positiva posible para los empleados" pero también "ajustada a la difícil situación económica que estamos atravesando".