Fernández dice que la situación financiera de Asturias es "distinta y mejor que la de Valencia"

confía en la posibilidad de "financiarnos de manera directa con las entidades financieras

El presidente del Principado, Javier Fernández, ha asegurado que la situación financiera de Asturias es "distinta y afortunadamente mejor que la de Valencia", cuya "asfixia financiera" le ha llevado a pedir acogerse al fondo estatal de liquidez.

Fernández ha recordado este viernes que mientras la media de endeudamiento del país está en el 13,5 por ciento del PIB, en el caso de Valencia está en el 20 por ciento, mientras que Asturias, con datos de marzo, está en el 9,7, lo que revela que "la diferencia es más que sensible". "Valencia es la comunidad que tiene más deuda en términos relativos respecto a PIB, y la segunda en términos absolutos, después de Cataluña", ha apuntado.

Así el presidente ha opinado que la situación de Valencia es, desde el punto de vista financiero, "mucho más difícil que la de casi cualquier comunidad autónoma".

En lo que respecta a Asturias, ha confiado en la posibilidad de "financiarnos de manera directa con las entidades financieras", para lo que el Gobierno mantiene contactos con diversos bancos.

Tensiones de liquidez

"La diferencia respecto a Valencia en el caso de la deuda es bien distinta, afortunadamente para nosotros. A corto plazo, ese problema no lo tenemos aunque haya tensiones de liquidez como en todas las comunidades. Por tanto, no prevemos acogernos al fondo de liquidez que ha puesto en marcha el Gobierno de España y el que ha utilizado Valencia", ha aclarado.

El jefe del Ejecutivo ha advertido también de que el instrumento que provee el Gobierno de España tendrá, seguramente, "alguna condicionalidad añadida", por lo que ha reiterado su preferencia de "acudir directamente a las entidades financieras".

"Estamos viviendo una situación compleja, hay mucha tensión financiera y, en este momento, con una mayor holgura para el cumplimiento del déficit que ha autorizado la UE, el Gobierno de España se lo ha adjudicado a sí mismo. Por lo tanto, las tensiones en las comunidades son mayores. El año que viene teníamos una previsión de déficit del 1,1 y el Gobierno de España ha decidido que pase al 0,7. Son cuatro décimas menos y algún problema más", ha concluido.

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