Lienzos impresionistas

El pintor alicantino Manuel González Santana recorre las cuatro etapas en las que los críticos dividen su obra, con la que triunfó en el exterior.
El impresionismo, la captura creativa de la luz, de lo invisible pero presente, ha empapado buena parte del figurativismo del siglo xx.

Y entre los artistas que destacaron, dentro y fuera de nuestras estatales fronteras, sobresalió, y con mucho, el pintor alicantino Manuel González Santana (1904-1994). Su obra, personalizada mediante gruesos pincelazos, derivados en retratos, bodegones y sobre todo paisajes cuya rugosa textura aprehende un momento concreto de la realidad retratada interiormente por el artista, y transcrita, esa interiorización, mediante el óleo de perfiles académicos, deudores de su admirado Emilio Varela. La muestra –hasta el domingo– de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, que recoge momentáneamente lienzos de colecciones particulares y de instituciones como la Diputación, el Consistorio y la propia CAM, se detiene en las cuatro etapas en que la crítica divide su obra: El anhelo y la pasión (1904-1939), El ansia de luz (1940-1951, fruto de su encarcelamiento y depuración laboral tras la guerra civil), Desde Villena (1952-1971) y De vuelta a Alicante (1971-1994).

* Sala de exposiciones CAM. Avda. Ramón y Cajal, 4. Hoy y mañana, últimos días, de 18 a 21 horas, y el domingo, de 11 a 14 horas. Entrada libre.

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