El secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que las manifestaciones celebradas ayer en contra de los últimos "recortes" de Mariano Rajoy fueron "algo más que una llamada de atención para Cospedal y Rajoy".

A preguntas de los medios durante la firma de un convenio de colaboración con Globalcaja, el socialista ha calificado estas movilizaciones como "el comienzo de la no resignación, de acabar con la mentira y con el engaño".

Para García-Page, estas manifestaciones "espectacularmente multitudinarias", han trasladado dos mensajes: que la sociedad "reclama a las instituciones y al sistema político soluciones lo más acordadas posibles" y que "se rectifique el camino, porque es un camino que termina de hundir y que empobrece aún más" al país.

"Ojalá y en los próximos meses podamos encontrar luz, porque de no hacerlo seguramente la tensión social va a ir creciendo", ha declarado el socialista, al tiempo que ha destacado el respeto que mostraron los manifestantes.

Asimismo, ha indicado que en las movilizaciones de ayer se mezclaba el "dolor por el problema económico y por el engaño" del Gobierno de Rajoy, y ha asegurado que entre los asistentes había "mucha gente de todos los partidos políticos" y algunos "arrepentidos de haber votado en un sentido o en otro".

Rechaza un adelanto electoral

Preguntado sobre su posición ante un posible adelanto electoral, el secretario general de los socialistas castellano-manchegos ha rechazado esta idea, asegurando que él "no apostaría por trasladar más tensión ni a la sociedad española ni a los mercados".

"España tiene que demostrar que es capaz de salir de esto, lo que sucede es que España está en un equipo y hay una parte que le está fallando. Tenemos un problema con Merkel y lo que resulta positivo en otras partes del planeta aquí es imposible", ha afirmado.

En este sentido, ha señalado que, "a pesar de que se han hecho campañas políticas sobre muchas mentiras", está dispuesto "a estar por encima de las muchas mentiras, ataques y descalificaciones", a "no minar la legitimidad del Gobierno actual" y, "de la mano, dar un mensaje lo más unitario posible a Europa y a la sociedad internacional".