El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, se ha comprometido este miércoles a llevar a la Junta General "en el plazo de un año" una Ley de Salud y Ordenación del Territorio, con una nueva visión de los recursos y de la gestión en red, que "evite que el sistema consuma más recursos de los que realmente precisa".

En su comparecencia a petición propia en la Comisión de su área, Blanco ha advertido de que la realidad de Asturias nada tiene que ver con la de 1984, fecha de la elaboración del mapa sanitario que sigue vigente en la actualidad y que es "disfuncional, obsoleto e inadecuado", además de resultar "muy costoso" y "no aportar beneficios al sistema".

El consejero se ha referido, por ejemplo, a la "imprescindible" necesidad de revisar la actual configuración de buena parte de los hospitales comarcales asturianos, que "carecen de sentido como centros autosuficientes". En su opinión, se trata de centros que "podrían compartir sin ningún problema servicios, personal, regímenes de apoyo o tener ya una marcada singularidad regional médica o quirúrgica".

DIÁLOGO

Así, ha invitado a los grupos con representación en la Junta General a establecer un diálogo para afrontar y resolver los problemas que plantea la ordenación territorial sanitaria con criterios modernos, medios técnicos adecuados y acuerdos globales que "eviten convertir la sanidad en un campo de batalla partidista".

Acompañado por los directores generales de Salud Pública, Innovación y Asistencia Sanitaria y la gerente del Sespa, ha hecho un llamamiento también a la colaboración de los profesionales del sector para adecuar a los nuevos tiempos un modelo sanitario "seriamente amenazado por la crisis global". Además ,les ha advertido de que "trabajarán más, estarán más comprometidos con su profesión y mayoritariamente no recibirán, al menos por el momento, mejoras salariales".

"Tenemos que conseguir un modelo sanitario público, de calidad, equitativo y que además sea sostenible en el tiempo, con una mejor organización profesional y más respetuoso con las personas", ha defendido.

Tras destacar la potencia de la red instalada y algunas ratios sanitarias, Blanco ha confiado además en que "las inversiones acometidas por los anteriores gobiernos socialistas evitarán que en los próximos años sea preciso acometer grandes desembolsos económicos".

Del mismo modo, ha saludado el avance de la cooperación entre atención sanitaria y sociosanitaria, así como la implantación de la Gerencia única de Área en el Sespa y la unión de las anteriores direcciones de Atención Primaria y hospitalaria en una sola estructura administrativa.

En el apartado de los retos, ha instado a "repensar" el modelo de atención hospitalaria , mejorar la capacidad de la atención primaria, avanzar en el uso de las tecnologías y trabajar por una gestión clínica más eficiente. Junto a ello, ha subrayado la importancia de ganar en flexibilidad, de eliminar disfunciones y duplicidades y de establecer políticas de personal que discriminen a quien "más y mejor trabaja" para salvar el riesgo de "la paulatina degradación del sistema mediante la desmotivación".

Con todo, el consejero se ha mostrado convencido de que "las organizaciones asistenciales sanitarias que mejor funcionan son las que aún permaneciendo dentro del sector público utilizan criterios de gestión asimilables a los de las empresas privadas"