La Universidad Católica de Ávila ha anunciado un paquete de medidas económicas solidarias ante la crisis con el objetivo de que "nadie deje de estudiar en la universidad por motivos económicos", ha dicho la rectora, Rosario Sáez.

"Esta idea parte de la propia filosofía de esta universidad, basada y sustentada en el humanismo cristiano, que busca ayudar al que más lo necesita, especialmente en los momentos tan desfavorables de recesión económica que vive España y, muy en especial, Ávila", ha explicado.

De este modo, si una persona tiene "verdadera intención" de estudiar en la Universidad, podrá hacerlo por medio de este plan de medidas, que persiguen el objetivo de "que nadie renuncie a sus sueños por no poder pagarse los estudios fuera de Ávila".

Los alumnos que se matriculen por primera vez en este curso y que tengan dificultades económicas graves podrán disponer de precios especiales y "se analizarán los casos concretos y se estudiarán las circunstancias especiales de cada persona que esté interesada en aprender en este centro académico", según el gerente de la Universidad, Vicente Enciso.

Se trata de un "importante esfuerzo" que la Universidad, entidad privada que no recibe subvenciones ni ayudas públicas, realiza para promover la formación y solidarizarse con las familias más necesitadas.

Para alumnos de grado, con rentas inferiores o iguales a 5.500 euros (por cada miembro de la unidad familiar) se realizará un descuento del 50 por ciento en la matrícula, y las rentas entre 5.501 y 7.500 euros por cada miembro de la unidad familiar disfrutarán de un descuento del 35 por ciento en la matrícula.

Para continuar con estos precios especiales es requisito imprescindible que el alumno supere la totalidad de las asignaturas matriculadas con una calificación media mínima de 6,5, y son compatibles con cualquier beca.