El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, ha destacado la "normalidad" con la que se han desarrollado los Sanfermines de 2012, unas fiestas que han contado con una afluencia "similar" de visitantes que el año pasado y en las que 1.532.000 personas han disfrutado de alguno de los 431 actos programados.

Enrique Maya ha hecho balance este domingo de los nueve días de Sanfermines, que terminaron esta pasada noche con el tradicional Pobre de Mí. En su opinión, han sido unas fiestas "muy completas", en las que ha habido "buen ambiente" y que "han estado marcadas por el buen tiempo y la gran afluencia de visitantes, sobre todo el primer fin de semana".

El alcalde ha resaltado que las fiestas se han desarrollado con "normalidad", si bien ha matizado que se han producido algunos hechos "puntuales negativos" como la pelea que se registró en la madrugada del lunes en la cuesta del Labrit, que se saldó con 12 detenidos; un intento de agresión sexual, el apuñalamiento a un hombre en la Plaza de la Cruz, la agresión a un operario de limpieza y el sabotaje al tradicional Riau-riau, que volvía al programa de fiestas tras 16 años.

Sobre esta última cuestión, Enrique Maya ha insistido en que el Ayuntamiento "va a llegar hasta el final para que las personas que participaron en los incidentes en el Riau-riau no queden impunes". Hasta el momento, ha detallado, ya se han detenido a cuatro personas por su relación con estos hechos.

El alcalde ha vuelto a condenar los incidentes que impidieron la celebración del Riau-riau el pasado 6 de julio y ha remarcado que ahora se debe "estudiar y analizar las posibilidades de cara al año que viene", ya que no se "resiste" a "tirar la toalla" y "menos cuando la voluntad de la mayoría de los pamploneses es que se celebre la marcha a vísperas".