El Ayuntamiento ourensano de Os Blancos celebrará el próximo lunes un pleno extraordinario en el que el alcalde, José Manuel Castro, pedirá el apoyo de la corporación local para reclamar a la Xunta que gestione los servicios mínimos que está obligado a prestar y de los que no puede hacerse cargo debido a la difícil situación de las arcas municipales.

Según ha avanzado el regidor a Europa Press, una primera estimación sitúa en 150.000 euros anuales el coste de los servicios esenciales a los cuales no puede hacer frente el Ayuntamiento de Os Blancos y que solicitará que asuma la Xunta.

La mayor parte de este montante procedería del alumbrado público, que a este municipio ourensano de apenas mil habitantes le cuesta 80.000 euros cada año. Además, en este paquete para el que el ayuntamiento planea pedir la 'dispensa' amparado por la Ley de Bases de Régimen Local, también incluiría el acondicionamiento y limpieza de las vías públicas.

El pleno se convocará por vía extraordinaria para el próximo lunes, probablemente, para las 13.30 horas, según ha explicado el regidor de Os Blancos, un municipio cuya deuda está en torno a los tres millones de euros.

Os Blancos ya trató de acogerse al aplazamiento de la deuda con la aprobación de un plan de ajuste que fue rechazado por el Ministerio de Hacienda en el primero de los plazos dados y, posteriormente, ya no lo volvió a presentar porque, según arguyó el alcalde, no había ninguna otra partida de la que se pudiese recortar.

Suspensión de nónimas

José Manuel Castro llegó a plantearse, en el mes de mayo, la suspensión del pago de las nóminas debido a la falta de liquidez de las arcas municipales, que tienen "retenida" su participación en los ingresos del Estado desde hace más de dos años.

Finalmente, el Ayuntamiento ingresó en el mes de junio los salarios correspondientes al mes anterior después de recibir una subvención de 20.000 euros que tenía atrasada y que se correspondía con el puesto de Grumir estable, que cuenta con tres trabajadores.

Esta partida se correspondía con el dinero que ingresó la Consellería de Medio Rural, que ascendía a 1,15 millones de euros en toda Galicia, para afrontar los gastos de 2011 derivados del mantenimiento de los Grupos Municipales de Intervención Rápida (Grumir), que habían adelantado los ayuntamientos.