El Códice Calixtino, manuscrito del siglo XII considerado la primera guía del Camino de Santiago y de valor incalculable, volverá a la Catedral el próximo viernes, un año después de su desaparición, el 5 de julio de 2011, y tras ser hallado en una bolsa de plástico en un garaje propiedad de un electricista que fue despedido tras 25 años de trabajo en el templo.

Hasta su regreso oficial a la Catedral, el documento estará a salvo en una caja fuerte de las dependencias de la Policía que lo albergarán mientras se realizan una serie de pruebas periciales para ratificar que no sufrió ningún daño. Previamente, el Códice estuvo esta tarde una media hora en el templo, a donde lo llevaron agentes de la investigación y el juez del caso, José Antonio Vázquez Taín, para confirmar su autenticidad.

Visiblemente emocionados y "agradecidos" a los investigadores, el deán de la Catedral, José María Díaz, quien cesó como canónigo archivero poco tiempo después de la desaparición y que este miércoles recordó que él fue la "víctima" de su pérdida, así como el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, confirmaron que el Códice es el "auténtico".

El "sí, es el Códice" de Barrio llegó a los periodistas congregados a las puertas del Archivo de la Catedral en torno a las 17.30 horas, alrededor de media hora después de que el documento hiciese su entrada en el templo en medio de un gran despliegue policial —con una comitiva de al menos cinco vehículos— y de la curiosidad de peregrinos y turistas.

Un día antes, los investigadores del caso habían detenido al electricista, principal sospechoso del robo, así como a su mujer, un hijo y la pareja de éste. Los registros en cuatro domicilios vinculados con los detenidos permitieron localizar 1,2 millones de euros y varios libros religiosos procedentes de la Catedral, así como ocho facsímiles del Códice.

Hallazgo en un garaje

Ya sobre las 16.50 horas de este miércoles, los agentes de la Policía Nacional sacaban al Códice Calixtino, custodiado por numerosos agentes, de un garaje empleado como trastero en el número 5 de la Calle da Cruxa de O Milladoiro, en Ames (A Coruña).

Horas antes se había iniciado el registro en estas dependencias, propiedad del extrabajador de la Catedral de Santiago detenido como supuesto autor del hurto del Códice. Dentro de este garaje, tal y como han confirmado testigos presenciales y los propios agentes, se localizó el Códice Calixtino empaquetado con periódicos, en el interior de varias bolsas de plástico y dentro de una caja de cartón, aunque en aparente buen estado.

Uno de los testigos de la apertura del garaje ha narrado como el Códice se encontraba rodeado de objetos, sacos de cemento y baldosas, en el fondo de una caja de cartón y que, al abrir el plástico, el juez que lleva el caso ha dicho "ese es el Códice".

Dentro de la misma caja también estaban depositados otros cuatro libros antiguos, dos facsímiles del propio Códice y dos libros que, según la policía, también podrían haber sido sustraídos de la Catedral de Santiago.

De hecho, en el momento de la localización, los investigadores confirmaron a este testigo que el robo del Códice había sido planificado desde hacía varios años y que, de hecho, sospechan que el ahora detenido llevaba tiempo sustrayendo objetos de la Catedral compostelana.

Sorpresa y emoción

Otro de los vecinos que participaron en el registro, Carlos Fernández, ha mostrado ante los medios su sorpresa por la localización del Códice en un garaje situado bajo la vivienda que habita desde hace 22 años.

Tanto Carlos Fernández como otro de los testigos, Mauricio García, ha destacado la "emoción" de los agentes, el fiscal y el juez en el momento del hallazgo. "Nos ha impactado mucho", ha indicado Carlos Fernández.

La expectación ha sido máxima en la zona donde se ha localizado el Códice, hasta donde se han desplazado numerosos vecinos y curiosos que han mostrado su sorpresa por el hallazgo. Tras varias horas de espera, a la salida del coche donde viajaba el Códice Calixtino, los presentes han prorrumpido en aplausos.

Otros elementos incautados

Además del Codice Calixtino, los investigadores ya se habían incautado en varios registros en propiedades de los detenidos de más de 1,2 millones de euros en metálico, lo que refuerza la teoría de que el acusado había sustraído objetos de la Catedral con anterioridad.

Asimismo, en los registros en Santiago, O Milladoiro, Negreira y O Grove se localizó abundante documentación, correspondencia, llaves de dependencias catedralicias y varios libros religiosos, entre los que se encuentran el Libro de las Horas, cuya desaparición fue denunciada por el deán de la Catedra, José María Díaz, y ocho facsímiles del Códice Calixtino.

Según ha informado la Policía, el electricista detenido había trabajado durante más de 25 años como autónomo para la Catedral de Santiago y fue despedido tras falsificar un documento laboral para simular ser un trabajador fijo contratado por el templo.

El ahora detenido llegó a reclamar a la Catedral 40.000 euros por su despido improcedente y, a pesar de no trabajar ya en el edificio religioso, continuó yendo a la Catedral diariamente y participando en algunas de las rutinas religiosas.