Normalidad en la Catedral y silencio en la curia compostelana tras las detenciones por la desaparición del Códice

La Catedral de Santiago vive este miércoles un ambiente de normalidad tras la detención de cuatro personas en relación a la desaparición del Códice Calixtino, mientras que la curia compostelana mantiene un silencio impuesto por orden de la Policía, que intenta mantener la discreción y prosigue con la investigación para intentar localizar el manuscrito del siglo XII, primera guía del Camino de Santiago.

La Catedral de Santiago vive este miércoles un ambiente de normalidad tras la detención de cuatro personas en relación a la desaparición del Códice Calixtino, mientras que la curia compostelana mantiene un silencio impuesto por orden de la Policía, que intenta mantener la discreción y prosigue con la investigación para intentar localizar el manuscrito del siglo XII, primera guía del Camino de Santiago.

Un año después de su desaparición, el grupo de agentes que trabaja en el caso ha efectuado en las últimas horas la detención de un electricista que desarrolló durante un largo tiempo su trabajo en el templo —y sobre el que algunos trabajadores del templo consultados por Europa Press han evitado pronunciarse aduciendo que ya no desempeñaba allí sus funciones y que no lo conocen—, así como a su mujer, un hijo y la pareja de éste.

Así las cossas, estas detenciones no parecen influir en el ambiente "tranquilo" de la Catedral, que se mantiene en esta jornada, según han indicado a Europa Press trabajadores del templo. Peregrinos y turistas que se han acercado a la Praza do Obradoiro y que han acudido a visitar la Catedral o a escuchar alguna de las misas celebradas en su interior han ratificado esta impresión.

Mientras en el exterior de la Catedral y en cafeterías de la capital gallega las detenciones vinculadas con el Códice centran las conversaciones del día, las autoridades religiosas mantienen el silencio y el deán, José María Díaz, que participó a primera hora de esta mañana en una reunión en el templo, ha declinado hacer declaraciones a Europa Press alegando que la Policía le ha pedido que no hable.

Así, los responsables de la Catedral de Santiago mantienen la discreción ante los avances en la investigación por la desaparición del Códice Calixtino, un proceso en el que han destacado la colaboración de la institución catedralicia y que confían en que se resuelva pronto.

Sin dispositivos especiales

Tampoco se ha habilitado ningún dispositivo especial de seguridad y, según las vendedoras de recuerdos que trabajan en el entorno de la Catedral, no se dejaron ver, al menos en las primeras horas del día, vehículos de la Policía Nacional que apuntasen a la presencia de agentes efectuando nuevos registros en el templo.

De hecho, el hecho de que los agentes que trabajan en el caso hayan localizado 1,2 millones de euros en los registros de cuatro domicilios relacionados con los detenidos por la desaparición del Códice ha incrementado la preocupación sobre una posible venta, si bien la principal hipótesis con la que se trabajaba en los últimos días era con que el manuscrito permanecía en Santiago.

En cualquier caso, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha asegurado este miércoles que las cuatro detenciones relacionadas con el robo del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago apuntan a la resolución del caso y ha manifestado que entre los arrestados podría estar el autor de los hechos.

"La cantidad de pruebas que se van encontrando apuntan claramente a que él (uno de los detenidos) pueda ser el autor del robo", ha dicho en una entrevista a RNE recogida por Europa Press, en la que ha pedido "prudencia" debido a que la operación continúa abierta y hay que respetar la presunción de inocencia.

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