El Juzgado de lo Penal 1 de Granada ha acogido este viernes el juicio contra dos jóvenes, que son conocidos personajes televisivos, habituales de concursos y programas del corazón, acusados de abusos sexuales a dos chicas a las que conocieron en el transcurso de una fiesta en una discoteca de Las Gabias (Granada), a la que habían asistido como invitados. Los procesados han negado haber tenido contacto físico alguno con las denunciantes y han atribuido las acusaciones contra ellos a su condición de famosos por sus intervenciones en televisión.

La Fiscalía, que pedía inicialmente para ellos entre 15 meses y dos años y medio de prisión, ha rebajado su solicitud de condena para J.M.O.R. a dos años por dos delitos de agresión sexual, y a una multa de 3.600 euros para R.M.G. por abuso sexual. En el banquillo de los acusados se han sentado además otros dos hombres, un responsable de la discoteca y el 'road manager' que les asistió, para los que el fiscal pide el sobreseimiento provisional. La acusación particular, que ejercen las dos chicas, imputan un delito de agresión sexual para J.M.O.R. y falta de vejaciones para los otros tres.

Durante su declaración, R.M.G. ha explicado ante el juez que aquel 21 de noviembre de 2010 estuvo participando en un "evento" junto a J.M.O.R. para unas 4.000 personas en la sala Embrujo Copas, en Las Gabias, donde se hizo numerosas fotografías con las seguidoras de sus andanzas televisivas. Al acabar, uno de los responsables de la Sala le trasladó a él y a J.M.O.R. a un hotel en el centro del capital, y se dirigió a su habitación, sobre las 8 de la mañana, porque "sólo tenía media hora" para preparar sus cosas y desayunar antes de partir de nuevo hacia Madrid.

En un momento dado, escuchó ruido en el pasillo y después fue hacia la habitación contigua, donde se encontraba su 'road manager' para pedirle un cigarro y donde ya estaban las dos chicas, "que estaban allí de buen rollo". Ellas, según ha dicho, le empezaron a hacer preguntas por el programa en el que entonces aparecía y por su novia "que no veían a cuento" y él se marchó de nuevo a su habitación.

Una vez allí, llegó J.M.O.R. y después aparecieron las dos jóvenes con el responsable de la discoteca. De pronto, y tras insistir en sus preguntas, J.M.O.R. se percató de que una de ellas estaba grabando la conversación y le instaron a que la borrara.

"Yo me alteré mucho porque estaban en mi cuarto y les dije que se marcharan de allí alzando la voz", ha mantenido R.M.G., que ha asegurado que no estuvo a menos de cinco metros de las chicas y que no vio nada relacionado con tocamientos o abusos sexuales por parte de nadie.

"un dinerito en la tele"

En su opinión, las jóvenes estaban intentando grabar la conversación que mantenían con ellos porque "así podrían ganarse un dinerito en la tele", aunque "se lo han ganado ya sin grabación", ha señalado R.M.G., que se ha autodenominado como "un friki de la tele" que vive "de eso" y que ha reconocido que "no lee mucho", preguntado por si supo de la denuncia por las noticias que aparecieron al respecto en el diario 'Ideal' de Granada.

Por su parte, J.M.O.R. ha mantenido la misma línea argumentativa y ha señalado que, después del evento en la discoteca, había quedado con una chica, de la que hoy no recuerda el nombre, "aunque en ese momento sí", y ha negado haber abusado de ninguna de las denunciantes. "Bajo ningún pretexto toqué a nadie", ha mantenido el procesado, que ha asegurado que una de las jóvenes denunciantes "hizo un cásting" para acudir al programa 'Hombres, mujeres y viceversa' para ser su "pretendienta".

Tanto el 'road manager' como el responsable de la organización del evento en el que participaron en la discoteca de Las Gabias han asegurado que los abusos sexuales denunciados no se produjeron, y han negado que ellos vieran algo parecido, o tocamientos.

Sin embargo, las dos jóvenes se han ratificado en sus denuncias aunque evidenciando algunas contradicciones con respecto a lo que habían declarado con anterioridad. Una de ellas ha afirmado que cuando llegaron al hotel, a al habitación de uno de ellos, J.M.O.R. se abalanzó contra una de ellas y la empujó hacia la pared donde comenzó a hacerle tocamientos, y todo eso sin mediar palabra.

Pese al incidente, decidieron quedarse en el lugar y trasladarse a otra de las habitaciones, donde, según ha afirmado, J.M.O.R. siguió tocando y levantándole la falda a una de ellas. Ella, ha indicado, les dijo que estaba grabando la conversación y ellos entonces la "obligaron a borrarla". "Yo he estado con muchos más famosos y nunca me ha pasado esto", ha afirmado la chica.

Tras una mampara

La otra denunciante, que ya acudió a contar su historia a un programa de televisión, ha querido declarar detrás de una mampara, pero ha llegado a asomar la cabeza en varias ocasiones, para mirar a los acusados.

"Yo era una niña entonces, pero he madurado mucho en un año y medio", ha mantenido la joven, que ha asegurado que fue J.M.O.R. quien le pidió el teléfono en la discoteca previamente. "Me besó bruscamente y me toqueteó. Y los demás estaban riéndose y con la burla mientras él me levantaba la falda", ha indicado la chica, que ha defendido la veracidad de su denuncia. "¿Por qué va a ser mentira, porque salgan en una pantalla de televisión?, ha preguntado.

Además de las denunciantes, ha comparecido la forense que las examinó tras lo ocurrido, que ha asegurado que no constató signo de violencia alguna en sus cuerpos, aunque ellas le manifestaron estar "muy ofendidas" por haber sido víctimas de unos tocamientos "por encima de la ropa" y "querían hacer justicia".

Tras la declaración de los testigos y la perito, la Fiscalía, la acusación particular y las defensas, que han pedido todas la libre absolución, han emitido sus informes, tras lo que el juicio ha quedado visto para sentencia.

Las declaraciones y los interrogatorios de alguno de los abogados han tenido que ser interrumpidas en varias ocasiones por el titular del Juzgado, el magistrado Manuel Piñar, que ha llegado a decir en un momento dado "esto se está alargando demasiado en tonterías".