La Universidad de Navarra estrenará en septiembre el nuevo edificio de Económicas, Derecho y Másteres

Los profesores y el personal de Administración y Servicios ya se han trasladado a las nuevas instalaciones

La Universidad de Navarra ha presentado el nuevo edificio de Económicas, Derecho y Másteres, un espacio obra del arquitecto Juan Miguel Otxotorena que alberga la sede de la Facultad de Económicas y está conectado interior y exteriormente con Derecho; también cuenta con instalaciones destinadas a investigación y algunos servicios centrales de la Universidad. Con 15.530 m2, pretende ser un nuevo polo de docencia, investigación y transferencia de conocimiento.

En total, dispone de 11 aulas de grado, con capacidades de entre 50 y 160 personas; 7 aulas máster (35-65 personas); y 23 seminarios (12-34 personas); y se estima que podría albergar al mismo tiempo a 1.800 alumnos. Las clases comenzarán en septiembre, con el inicio del curso 2012-2013, pero ya se han trasladado los profesores y el personal de Administración y Servicios.

La Facultad de Económicas cuenta actualmente con ocho licenciaturas (cuatro bilingües), tres másteres, 900 estudiantes, y cerca de 90 convenios con universidades extranjeras. En este sentido, disponer de nuevas aulas y espacios era fundamental para continuar con el desarrollo y la expansión internacional del centro que celebra ahora su XXV aniversario.

Por su parte, la Universidad tiene el afán de abrir nuevos campos. Por ejemplo, para adaptarse a las necesidades de la sociedad, imparte varios diplomas: Derecho Económico, Derecho Anglosajón o Derecho Global, entre otros. Asimismo, cuenta con más de 20 procesos de selección on campus cada año y mantiene una estrecha colaboración con los principales despachos nacionales e internacionales que operan en España.

Aulas de diversos tamaños y espacios de uso flexible

De este modo, el edificio fue concebido para responder a los nuevos objetivos docentes de la Universidad, marcados por la evolución de la enseñanza universitaria que ha traído la reforma de las licenciaturas en grados y el protagonismo de la enseñanza de posgrado.

Así, incluye aulas y seminarios de diversos tamaños y de uso flexible, en general más reducidos y dirigidos a un menor número de alumnos; así como espacios de trabajo abiertos y amplios, destinados a actividades de estudio individual o en grupo, discusiones de casos, etc.

Por otra parte, a lo largo del edificio se reparten más de 70 despachos (individuales y múltiples) para profesores e instalaciones para investigación, así como estancias destinadas a la Secretaría y el Decanato de la Facultad de Económicas, a la Fundación Empresa Universidad de Navarra (FEUN), a Innovación Educativa, y al Instituto de Idiomas. Se calcula un total de 200 puestos de trabajo.

También incluye 'meeting points' (puntos de encuentro) para alumnos y profesores, sala de ordenadores y un oratorio con capacidad para 200 personas, ampliable a 800. Por último, cuenta con un 30% de espacio de reserva para futuras necesidades docentes e investigadoras.

El equipamiento, aparte del ordinario, incorpora sistemas audiovisuales de altas prestaciones, gestionados vía red. Los seminarios poseen un proyector interactivo, que además de proyectar la imagen sobre una pizarra, es capaz de reconocer cualquier interactuación sobre ella a través de un bolígrafo interactivo; de forma que se pueden realizar anotaciones o usarlo como una pizarra normal, con la posibilidad de guardar todo el trabajo.

16,7

Millones de euros de la asociación de amigos

El edificio tiene un coste de 16,7 millones de euros, cuya financiación ha corrido a cargo de la Asociación de Amigos de la Universidad de Navarra, que gestiona medios económicos con el fin de dotar a la Universidad de nuevas infraestructuras para el trabajo docente e impulsar la investigación. Esta entidad, constituida en 1960, está formada por 5.369 Amigos, la mayoría, un 95%, son personas físicas de toda condición social, y el 5% restante se trata de empresas, fundaciones e instituciones de carácter privado.

Desde el año 2000 la Asociación de Amigos ha buscado los fondos necesarios para la financiación de este edificio. Ha habido aportaciones desde 1 euro hasta otras de más de un millón.

Según el arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura, Juan Miguel Otxotorena, se trata de "un edificio generoso en espacios, económico en materiales y muy equipado técnicamente".

El inmueble, conectado tanto exterior como interiormente con la Facultad de Derecho, consta de cuatro plantas y gira alrededor de un patio central, cubierto e iluminado por grandes lucernarios, con una altura libre de casi 20 metros y unas dimensiones de 23x23 metros. Este será el corazón de la vida del centro, un lugar de encuentro y de participación, un referente en las circulaciones y con diferentes posibilidades de uso (exposiciones, conferencias, conciertos, etc.).

La fachada, de hormigón visto, da continuidad al edificio y destacan en ella dos volúmenes (oratorio y decanato). La actividad docente se llevará a cabo en las plantas inferiores, albergando la segunda planta y siguientes en la torre despachos y salas de reuniones.

Exteriormente, el edificio pretende integrarse en el conjunto arquitectónico del campus. Interiormente, se ha primado la luz natural, la calidez de los espacios, etc. con la finalidad de favorecer el encuentro, el diálogo entre profesores y alumnos. Crear espacios de destino y no sólo de tránsito. Los distintos espacios aprovechan en gran medida la luz natural, explotan las visuales a las zonas verdes y ajardinadas del campus y participan del entorno inmediato que se comparte con otras facultades, formando un conjunto urbanístico propio.

Edificio sostenible

El proyecto tiene en cuenta dos aspectos básicos para garantizar el comportamiento medioambiental del edificio: la producción y consumo de energía, y la minimización del mantenimiento, en línea con el objetivo de lograr un campus universitario sostenible.

En este sentido, será clave la iluminación interior, que incluye un sistema de control mediante detectores de presencia y de intensidad de luz natural en los distintos espacios.

Este sistema, que supone un ahorro frente a un consumo ordinario estimado en un 50%, mantiene uniformidad en la iluminación, controla su intensidad en función de la cantidad de luz natural aportada desde el exterior y permite el apagado automático cuando una sala quede vacía.

Asimismo, a través de diferentes medidas (aislamiento de fachada superior al exigido, calderas de condensación de alto rendimiento estacional, enfriadoras de altas prestaciones, suelo radiante, etc.) se consigue que los ahorros de nivel energético sean superiores al 60%.

En la construcción, que se inició en abril de 2010, han trabajado 800 operarios.

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