Vetusta Morla: "El rescate no ha llegado al mundo de la música"

Tres de los cinco componentes de Vetusta Morla (Pucho, David y Guillermo) nos reciben en el Matadero de Madrid, uno de los epicentros de la inminente celebración del Día de la Música. Ellos no tocan este año, pero sí lo han hecho en ocasiones en anteriores. Sin embargo, tienen por delante varios conciertos que les llevarán este mismo fin de semana a León y Valladolid, y después a Barcelona, Bilbao, Valencia y Benidorm.

Llega el Día de la Música. ¿Qué celebramos exactamente?

Cuando se celebra el día mundial de algo es porque ese algo no va bien... Seguramente se haga porque la música necesita ayuda y esfuerzo de todos.

Van a estar en el Low Cost de Benidorm. ¿Se pasa mejor tocando en un festival que en una sala de conciertos al uso?

Es diferente, pero sí, es divertido. Ves a otros grupos, te juntas con gente, te puedes desmadrar más...

¿Son de mucho desmadre? ¿Cuál fue la última fiesta salvaje de Vetusta Morla?

Salvaje, salvaje, tampoco. Pero así a bote pronto después de estar una semana en Murcia, el último día nos juntamos con los músicos de la orquesta y nos tomamos unas copas. Estuvo muy divertido.

En aquel concierto se mojaron por las víctimas del terremoto de Lorca. ¿Por cuál otra causa estarían dispuestos a actuar?

Por cualquiera que considerásemos justa. Pero nos gustaría volver al Sáhara. Fuimos una vez y la experiencia nos marcó mucho.

Les ofrecerán ese tipo de conciertos a menudo. ¿Tienen cuidado de no involucrarse en causas que tengan tinte político?

La justicia no tiene por qué ir ligada de la política. La política instrumentaliza la justicia cuando le viene en gana. Si consideramos que algo merece la pena y es justo, es suficiente para hacerlo.

¿Cómo afecta la crisis al grupo? ¿Tienen dinero en Bankia?

Algunos sí, pero cantidades pequeñas, así que no estamos muy preocupados. La crisis nos afecta como a todos. Desde luego, el rescate no ha llegado al mundo de la música. Ni a la educación, ni a la sanidad...

Vivir de la música implica, en casos como el suyo, hacer giras constantes. ¿Alguna vez sienten que se cansan de tocar las mismas canciones una y otra vez?

Hay veces que sí, te hartas de una, pero de repente llega un concierto y se convierte en tu favorita del momento. Las canciones son como organismos vivos, en constante cambio. Tienen varias fases: cuando la compones, cuando la grabas y cuando la llevas al directo.

¿De cuál de esas tres fases disfrutan más?

Cada una tiene su encanto. Quizá es más dramática la de la composición, porque requiere mucha concentración. El desgaste de componer y grabar es más de cabeza, mientras que el de las giras es más físico. Lo importante es llegar a un equilibrio y, por ejemplo, no quemarse en medio de una gira. Tocar con el piloto automático es algo que nunca nos ha pasado.

Con la experiencia que dan dos discos a través del propio sello de la banda, ¿les pica la curiosidad de cómo sería trabajar con una compañía más grande, como una multinacional?

Como no lo hemos hecho nunca, no sabemos cómo sería... Es cierto que a veces se hace difícil tener que decidirlo todo y no poder centrarte solo en una cosa, como componer. Pero tenemos claro que vale la pena ser libre y poder decidir.