Zapatero hizo esas consideraciones ante los líderes participantes en la VI cumbre ASEM (UE-Asia), en una de las mesas en las que se dividen los trabajos de la misma y que versa sobre la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo.

En su intervención, que se celebró a puerta cerrada y cuyo texto fue facilitado por el Ejecutivo español, Zapatero no se refirió en ningún momento al problema concreto del terrorismo en España ni al proceso de diálogo con ETA.

Terrorismo global

Consideró que la ASEM debe adaptarse a nuevos retos, entre ellos el del terrorismo global, que dijo que es hoy una amenaza para todos y que varios países presentes en la cumbre de Helsinki, como España, han sufrido en carne propia.

"No hay causa alguna que justifique el terrorismo; ninguna idea, por legítima que sea, puede servir de coartada para el asesinato indiscriminado", según Zapatero, quien dijo que hay que ser capaces de encontrar respuestas a este complejo problema.

"Las respuestas deben ser eficaces, pero también serenas", afirmó.

Para Zapatero, el terrorismo "sólo es infamia y barbarie", no es política ni ideología, y sólo la acción política puede resolver los conflictos, ya que el terror los agrava y dificulta su solución.

Tras subrayar que los gobiernos están obligados a proteger a los ciudadanos de esa amenaza, dijo que es imperativo desarrollar "un armazón moral, intelectual, jurídico y policial que fortalezca la eficacia y la legitimidad de los esfuerzos".

A su juicio, hay que afrontar la amenaza en toda su complejidad, en todas sus dimensiones, desde un consenso político asentado sobre los pilares del multilateralismo efectivo, la cooperación internacional, la defensa de la legalidad y el respeto de los derechos humanos.

Fondo internacional

En ese contexto, Zapatero defendió reforzar el marco institucional de las Naciones Unidas para que puedan asumir el liderazgo contra el terrorismo que les corresponde.

Al hilo de ello, recordó que la Asamblea General de la ONU ha respaldado la Estrategia Global contra el terrorismo propuesta por el secretario general, y dijo que, ahora, hay que concluir de forma urgente la Convención Global contra el Terrorismo y la Convención contra el Terrorismo Nuclear.

Zapatero reiteró su propuesta -planteada ya el año pasado- de establecer un fondo internacional que asista económicamente a los Estados con menos recursos para que así puedan cumplir con sus obligaciones internacionales contra el terror.

La importancia de la atención a las víctimas del terrorismo fue subrayada también por el presidente del Gobierno, quien dijo que este colectivo merece la definición de mecanismos concretos con los que se les transmita solidaridad y apoyo.

El jefe del Ejecutivo español calificó de "esencial" la cooperación internacional bilateral y, por ello, abogó por reforzar los mecanismos de cooperación operativa entre los Estados en los ámbitos policial, judicial y de inteligencia respetando los Derechos Humanos, para prevenir nuevos atentados y aislar y cercar a las organizaciones terroristas y a aquellos que las apoyan, financian y justifican.

"Tenemos que ser capaces de intercambiar más y mejor información para luchar eficazmente contra la financiación del terrorismo, para garantizar la seguridad del comercio internacional y para proteger las infraestructuras", señaló.

El presidente del Gobierno dijo que el terrorismo no debe vincularse con ninguna civilización, cultura o religión determinada, y sería un grave error poner bajo sospecha de complicidad a sociedades o colectividades enteras.

Alianza de Civilizaciones

Para Zapatero, no se pueden ignorar las enormes fracturas económicas y sociales que afectan a muchas sociedades y que son utilizadas como pretexto para la lucha terrorista.

Por ello, respaldó combatir con decisión la pobreza extrema, la exclusión social, la falta de educación, las violaciones de los Derechos Humanos y el problema de los Estados fallidos, ya que cree que todo ello abona el terreno para sostener el terrorismo.

El presidente del Gobierno defendió su propuesta de Alianza de Civilizaciones y dijo que España y Turquía -promotores de la iniciativa- velarán para que ésta se convierta "más pronto que tarde en realidad tangible".

Aprovechó Zapatero para invitar a los líderes presentes en la cumbre de Helsinki a que se sumen al Grupo de Países Amigos de esa iniciativa y a contribuir al fondo fiduciario establecido para financiar las diversas actividades que empezarán a ponerse en práctica a partir de 2007.