Menos de la tercera parte de los casos de acoso moral en el trabajo que se registran en Galicia acaban en denuncia

Ser mujer es "un factor de riesgo añadido", asegura Agacamt, la entidad que aglutina a afectados

Menos de la tercera parte de los casos de acoso moral en el trabajo que se registran en Galicia acaban en denuncia, según ha señalado a Europa Press el presidente de la Asociación Gallega contra el Acoso Moral en el Trabajo (Agacamt), Antonio París, quien ha subrayado que este problema afecta a todo tipo de profesiones y a personas de todas las edades. No obstante, ha afirmado que ser mujer "es un factor de riesgo añadido".

Constituida en 2001, la asociación surgió de la mano de un grupo de personas, en su mayoría víctimas de acoso, que se asociaron para denunciar estos casos y ofrecer ayuda a las personas que lo sufren, así como para conseguir la tipificación legal de este comportamiento.

Con sede en Ferrol, la entidad cuenta también con asociados en otras ciudades gallegas. Su presidente afirma que su objetivo es "atender a las víctimas de acoso moral" ofreciéndoles desde apoyo psicológico hasta información sobre los pasos a seguir en cada caso.

En 2011, la asociación atendió a algo más de 200 personas, "menos del 10% de los casos que hay", apunta Antonio París, quien afirma que "no hay ningún sector que no esté representado". Sin embargo, añade, la Administración Pública "se lleva la palma", especialmente en ámbitos como la sanidad o la educación. En cuanto a la empresa privada, el sector servicios es el que registra más casos.

Perfil de victima y acosador

Sobre el perfil de la persona víctima de acoso, Antonio París señala que hay más mujeres. "Dos tercios de mujeres y un tercio de hombres", apostilla. "Ser mujer es un factor de riesgo añadido", explica el presidente de Agacamt, quien ha insistido en que la función del acoso es "acabar con la víctima psicológicamente y conseguir que haga algo que ella no quiere hacer".

"Casi siempre se trata de alguien con una posición superior", añade Antonio París sobre el perfil del acosador, aunque afirma que varía las razones por las que se hace. "O bien es porque quiere que participe en algún tipo de corrupción con corruptelas admitidas y que el acosador no admite o bien es porque percibe a la otra persona como más brillante y la ve como una amenaza".

DENUNCIAS

El presidente de Agacamt lamenta que este tipo de figura no esté tipificada legalmente y reclama que se haga como se acordó en casos como la violencia de género. Así, explica que en estos momentos los tribunales utilizan el procedimiento de "tutela de derechos fundamentales".

Sin embargo, admite que "menos de la tercera parte" de las víctimas de acoso moral en el trabajo acaba denunciando. "Los resultados en los tribunales son para desanimarse", explica Antonio París quien añade que están siendo, por ello, "el último recurso".

Opciones para la victima

Sobre las opciones que toman entonces las víctimas, ha indicado que en unos casos, sobre todo cuando se trata de grandes empresas, la propia asociación se dirige en su nombre para intentar que se las cambie de función. "Pero si el autor del acoso es el propio empresario no tiene sentido", reconoce.

Más difícil es en el caso de los funcionarios, según apunta esta asociación. Así, su presidente señala que, después de haber aprobado una oposición, "no tienen la posibilidad que a veces hay en la empresa privada de cambiarse de departamento".

En cuanto a los protocolos de actuación establecidos en grandes empresas, ha indicado que suponen un avance, pero que, en ocasiones, se "desvirtúan" y no consiguen los resultados esperados.

Esta entidad, que reconoce la mayor concienciación en la sociedad sobre este problema, hizo llegar a sindicatos y al Gobierno central una propuesta de proyecto de ley para la tipificación legal de este tipo de acoso. "Pero no hemos obtenido resultados", admite Antonio París, quien considera que sería "un paso adelante" para las víctimas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento