Una mujer de 39 años ha sido detenida este martes en Irún bajo la acusación de los delitos de detención ilegal, lesiones y robo con fuerza, después de que presuntamente agrediera y mantuviera retenido en contra de su voluntad en su domicilio, el pasado fin de semana, a un anciano para el que había trabajado como asistenta de hogar.

Según consta en la denuncia recogida por la Ertzaintza, los hechos se iniciaron en la tarde del pasado sábado, cuando la víctima, un varón de 87 años, se dirigió al domicilio de una mujer que había trabajado para él como asistenta de hogar. Al parecer el hombre quería recuperar una serie de joyas que ésta presuntamente le había sustraído.

Una vez en el inmueble, la autora de los hechos se abalanzó sobre el anciano, le amordazó y le ató de pies y manos, todo ello mientras le instaba a que le dijera en qué lugar de su casa guardaba las tarjetas de crédito.

El departamento vasco de Interior ha detallado que, mientras se mantuvo su confinamiento, la mujer agredió al anciano en distintas ocasiones utilizando un palo de madera con el que le golpeaba en la cabeza al tiempo que le amenazaba. Tras hacerse con las llaves del piso, la mujer llevó al hombre hasta una terraza y lo encerró en un armario.

De esta forma lo mantuvo confinado mientras ella se trasladaba a su piso para apoderarse de las tarjetas y desvalijar el inmueble. A su vuelta a casa, liberó al anciano y le dejó marchar. Una vez en su casa, el anciano se percató del robo de numerosos enseres, ropa, cuadros, el televisor y la mayor parte de objetos de valor, junto con documentación, escrituras, tarjetas bancarias e incluso el testamento.

Una vez denunciado el suceso, agentes de la Ertzaintza dieron con el paradero de la presunta autora de los hechos, a quien en base a las investigaciones efectuadas se procedió a encausar. Su arresto se ha producido durante este martes bajo la acusación de los delitos de lesiones, detención ilegal y robo con fuerza.