Amnistía Internacional instala un puesto de 'venta de armas' en el mercado de El Fontán

Activistas de Amnistía Internacional Asturias instalarán este jueves, en el exterior del mercado de El Fontán de Oviedo, un puesto simulado de venta de armas con el fin de llamar la atención sobre la necesidad de que Naciones Unidas apruebe un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas eficaz.

Activistas de Amnistía Internacional Asturias instalarán este jueves, en el exterior del mercado de El Fontán de Oviedo, un puesto simulado de venta de armas con el fin de llamar la atención sobre la necesidad de que Naciones Unidas apruebe un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas eficaz.

Un actor recorrerá el mercado anunciando los productos "puestos a la venta". Algunos de los negocios del mercado colaborarán con la acción colocando armas de juguete y folletos explicativos en sus expositores.

Según datos de la organización, entre 1989 y 2010, casi 2,5 millones de personas murieron a consecuencia directa de combates y de la violencia perpetrada contra civiles por fuerzas armadas gubernamentales y grupos armados organizados en el marco de los 523 conflictos armados que tuvieron lugar en el mundo. Sólo en 2010, 199.000 de los 468.000 homicidios cometidos en el mundo se llevaron a cabo con armas de fuego. Gran parte de estas muertes se podrían evitar si el comercio internacional de armas estuviese adecuadamente regulado.

Por ello, decenas de grupos de Amnistía Internacional desarrollarán, a lo largo del próximo mes, acciones en numerosos puntos de la geografía española "para concienciar a la ciudadanía del problema que supone la falta de regulación internacional del comercio de armas y recoger firmas destinadas a apoyar la aprobación en julio de un tratado internacional sobre el comercio de armas (tca) sólido".

La razón de esta movilización es que, a su juicio, "este año la comunidad internacional tiene una oportunidad única -y una gran responsabilidad- para cambiar esta realidad aprobando un TCA sólido", que incluya la garantía de que no se autorizan transferencias de armas que puedan llegar a ser utilizadas para cometer o facilitar violaciones y abusos de derechos humanos.

Para ello, los estados miembros de Naciones Unidas están llamados a discutir el texto del tratado en una conferencia que se celebra en Nueva York el próximo mes de julio.

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