La exposición del pintor José Manuel Ciria, que desde el pasado 1 de marzo ha mostrado un resumen de su trayectoria pictórica pese a estar compuesta por obras recientes, entre las que destacaban sus 'Cabezas de Rorschach', se ha despedido este domingo de Málaga, tras recibir cerca de 4.000 visitas, según han informado a Europa Press desde el Ayuntamiento.

Las salas de La Coracha del Museo del Patrimonio Municipal (MUPAM) de Málaga han sido el escenario en el que se ha exhibido 'Juego de espejos', una muestra comisariada por Laura Revuelta y Rafael Sierra y organizada por el Área de Cultura del Ayuntamiento de la capital, habiendo contado, además, con el patrocinio de Telefónica.

El más de un centenar de piezas que se han expuesto, la mayoría de ellas por primera vez, correspondían a los últimos tres años de la trayectoria de Ciria, un artista muy vinculado a Málaga.

Precisamente, esta exposición ha destacado por la serie de óleos con grandes rostros humanos casi grotescos, con los que el artista pretende desenmascarar el juego de las apariencias y sacar a la luz lo que normalmente no se quiere enseñar. Cabezas "asustadas" o que "buscan ternura o comprensión", en palabras del propio artista.

CIRIA

Ciria está considerado uno de los pintores españoles en activo más apreciados y consolidados internacionalmente. En los últimos tres años ha realizado una veintena de exposiciones individuales como en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Amarillo Museum of Art de Texas, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Kursaal Sala Kubo de San Sebastián, el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil, el Instituto Cervantes de Chicago o el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile.

Su obra, de estilo abstracto, se mueve en una estimulante tensión entre la libertad, la gestualidad, el informalismo, la planificación, la geometría y el constructivismo. Con el objetivo de jugar con las apariencias, Ciria quiere llevar al espectador a los límites de su crueldad, de su egoísmo y de su locura.

Con este propósito y a través de sus obras, el artista lleva a cabo un juego de espejos, una indagación profunda en los mecanismos de la memoria, del reconocimiento y la identidad.