El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha descartado promover la eliminación de la figura del Valedor do Pobo como han planteado otras comunidades, ya que en el caso de Galicia, se trata de una figura recogida en el Estatuto de Autonomía, pero ha apostado por una rebaja de "como mínimo" el 25 por ciento de los gastos del alto comisionado del Parlamento.

Durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, Feijóo ha recordado que el Valedor es "una figura estatutaria" en el caso de la Comunidad gallega y ha considerado que se trató de una "crisis por sobreactuación" la que desembocó en la dimisión de Benigno López el pasado martes.

"Como presidente de la Xunta, usted se puede imaginar que yo estoy más cómodo sin Valedor, entre otras cosas porque no tengo a nadie que me critique desde la independencia que da esa figura", ha admitido el titular del Ejecutivo, quien ha añadido, no obstante, que "sería un ejercicio de cierto cinismo aprovechar la crisis para intentar que el Valedor do Pobo no tenga ninguna posibilidad de analizar la gestión de los servicios públicos y las quejas de los ciudadanos".

Al respecto, ha agregado que es preciso "ser cuidadosos" con las figuras estatutarias como la del Valedor, "por el bien de la pluralidad y del propio control del gobierno". "Lo que ya está reflejado en el Estatuto hay que gestionarlo de forma conveniente, pero su eliminación es cuando menos un cierto retroceso en la garantía de una figura independiente y con criterio para defender los intereses del pueblo gallego", ha aseverado.

Reducción del gasto

Frente a ello, ha recordado que el pasado mes de marzo ya planteó la supresión de todos los vicevaledores de la institución y un "recorte drástico" del personal de asesoría. De esta forma, Feijóo pretende que el gasto del alto comisionado se reduzca "como mínimo" un 25 por ciento. "Y si puede ser más, intentaremos que sea más", ha añadido.

Asimismo, ha recordado que en el caso de otras instituciones no recogidas en el Estatuto de Autonomía, se procederá a su fusión, como en el caso del Consello Económico e Social y el Consello de Relacións Laborais, por un lado, o en el del Tribunal da Competencia y el Instituto Galego de Consumo, por otra.