Agentes de la Guardia Civil han identificado y detenido en Aspe (Alicante) a un grupo de cinco hombres que presuntamente se hacían pasar por operarios de gas para estafar a personas mayores, a los que cobraban por instalaciones y revisiones innecesarias en el suministro de gas, según ha informado en un comunicado la Comandancia de Alicante.

Durante el pasado mes de abril y principios de mayo, y gracias a la colaboración ciudadana, la Guardia Civil consiguió identificar a cinco varones de nacionalidad española y edades comprendidas entre los 28 y 52 años por su presunta implicación en los hechos.

El hecho de mayor gravedad tuvo lugar el pasado 18 de abril cuando dos personas llamaron a una vivienda en la que se encontraba una persona con discapacidad psíquica, al que consiguieron estafar 527 euros por la sustitución de las gomas y reguladores.

Así mismo, los agentes también han constatado otros cinco hechos más, en los que, ante la negativa de los dueños de la vivienda a pasar la revisión por el elevado precio, los falsos instaladores rebajaban el precio hasta cantidades inferiores que los estafados sí tenían en el domicilio.

Para conseguir el acceso a la vivienda este grupo no dudaba en amenazar con dar de baja el suministro, e incluso llegaron a cortar los tubos en el domicilio de una mujer que se negó rotundamente a la revisión, dejándola sin suministro.

De los cinco implicados, dos fueron detenidos como presuntos autores de un delito de estafa y a los restantes se le imputó la supuesta comisión de faltas de estafa, daños y coacciones, y las diligencias, detenidos y efectos intervenidos han sido puestos a disposición judicial.

Así mismo, los agentes intervinieron el material de trabajo que portaban y formularon una denuncia a la Inspección de Trabajo de la Tesorería de la Seguridad Social, puesto que ninguno de los identificados se encontraba dado de alta como trabajador.

Falsos técnicos

Los miembros de este grupo se hacían pasar por instaladores de gas de un servicio oficial y autorizado, y valiéndose de esta condición engañaban a los moradores de las viviendas.

Sus objetivos eran principalmente domicilios alejados del casco urbano, y con moradores de avanzada edad, a los que exhortaban a efectuar revisiones de las instalaciones de gas que posteriormente sobrevaloraban cobrando precios abusivos.

Si las potenciales víctimas no accedían de manera inmediata a la prestación del servicio les amenazaban e incluso con cortar el suministro, y tampoco dudaban en rebajar el precio si no disponían de efectivo en casa, según las mismas fuentes.

Debido a la alarma social que estos hechos han generado, la Guardia Civil aconseja que se compruebe la identidad del supuesto técnico mediante una llamada al número oficial de la empresa proveedora del servicio y en caso de que tema ser víctima de una estafa, avise a las autoridades.