La Conselleria de Salut niega que la muerte de tres personas que aparecieron sin vida entre el domingo y el martes en sus domicilios de la provincia de Lleida tenga nada que ver con el calor.

Según la Generalitat, las temperaturas no se han mantenido continuadamente en la banda alta del termómetro, que es lo que define una ola de calor.

Las tres personas halladas muertas vivían en Golmès (Pla d'Urgell), Alpicat y Almacelles (Segrià) y tenían edades entre los 48 y los 67 años.

Varios días fallecidos

Todos los fallecidos llevaban varios días así, antes de que los vecinos alertaran de olores extrañas.

En algunos casos sí ha sido el calor la causa de otras muertes.

Una anciana de 81 años vecina de Prats de Llucanés (Barcelona) que el pasado 29 de julio fue hospitalizada con un cuadro de hipertermia y una discreta alteración mental murió el jueves pasado tras seis días de hospitalización en el Hospital General de Vic (Barcelona).

Según ha informado el departamento de salud, la víctima presentó durante el ingreso hospitalario cuadros de convulsiones, disminución de la consciencia, rabdomiolisis y disfunción renal.

Ancianos, los más vulnerables

En la jornada del jueves, la consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, recordó que los ancianos son las personas más vulnerables a la ola de calor que afecta estos días a Cataluña y que la soledad de estas personas es la que "más mata".

Un hombre de 31 años, residente en Terrassa (Barcelona), se convirtió ayer en la sexta persona que fallece en Cataluña como consecuencia de un golpe de calor.

La primera víctima mortal de la ola de calor fue una mujer de 83 años que ingresó el pasado 22 de julio en el Hospital Clínico de Barcelona con un diagnóstico de golpe de calor tras sufrir una subida de temperatura superior a los 40 grados centígrados, acompañada de una alteración del nivel de conciencia e insuficiencia respiratoria.

Altas temperaturas

Unos días después moría en Barcelona una mujer de 77 años y un trabajador de una empresa metalúrgica de Martorelles (Barcelona) de 52 años, en ambos casos como consecuencia de los efectos de las altas temperaturas.

La quinta víctima, vecina de Barcelona y de 91 años de edad, murió el miércoles en el hospital del Mar de Barcelona, mientras que el pasado 1 de agosto falleció una mujer de 86 años, residente en Granollers (Barcelona).

Con esta se elevan a a quince las víctimas en España el calor.