Un verano de soledad en Vigo

La cifra de personas mayores que se quedan solas en casa se triplica durante los meses estivales. Hasta 21.000 vigueses de más de 65 años quedarán desatendidos estas vacaciones.
Las vacaciones de verano son sinónimo de descanso para casi toda la familia. Menos para los mayores, para los que suele traducirse en soledad. Muchos de los que durante el año estuvieron atendidos ven cómo sus familiares hacen las maletas y se marchan dejándolos solos.«Los que se quedan en una residencia o acompañados por personal del servicio doméstico son unos pocos, unos privilegiados», subrayan desde la ONG Solidarios para el Desarrollo. Según sus cálculos, en Vigo viven en soledad 7.000 personas mayores de 65 años, una cifra que llega a multiplicarse por tres durante los meses de verano. «Hay que evitar estas situaciones, porque en verano existen más riesgos por las altas temperaturas», apuntan.

Visitas en casa

En la ciudad, cerca de medio millar de ancianos reciben seguimiento por el servicio de teleasistencia de Cruz Roja o por programas de voluntarios de asociaciones como Afaga, que atiende a enfermos de Alzheimer.

Dónde acudir

Concello: En el número 986 810 288 dan cita para el asistente social, que valora la situación en la que se encuentra el anciano.

Solidarios para el Desarrollo: 645 337 302.

Afaga: 986 229 797.

Ana Muñoz, portavoz de una ONG social

«Hay que recuperar las costumbres de barrio»

¿Cuáles son los riesgos para un mayor que vive solo?

El principal peligro son las caídas, porque un anciano puede estar en el suelo sin poder levantarse hasta que aparezca alguien. También son frecuentes las quemaduras. Pero, además del riesgo físico, está la necesidad de comunicarse. A veces pasan días sin salir ni hablar con nadie.

¿Qué podríamos hacer para ayudarles un poco?

Deberíamos volver a las costumbres de barrio. Seguro que en nuestro edificio vive algún mayor solo, y no nos cuesta nada llamar a su puerta cuando subimos para preguntar  cómo está. Como en los pueblos, donde todos se preocupan de los demás y es raro que un anciano muera solo.

¿Es entonces un problema de ciudades grandes?

Sí, porque en las ciudades hay muchos mayores que se quedan desatendidos durante el verano cuando sus familiares se marchan de vacaciones. De alguna manera se les considera un estorbo, cuando ellos también están deseando pasar un tiempo en compañía de la familia.

¿Cuál sería el mejor modo de integrarlos?

Hay que recuperar la figura del abuelo, que colabora y asesora con su experiencia.

Bio

Tiene 28 años y desde hace cinco trabaja para la ONG Solidarios para el Desarrollo, que atiende a mayores.

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