¿Por qué cree que la industria y usted no se entienden?

Me he dado cuenta de que no entro ni encajo en este engranaje. Estás ahí, pero nadie pelea por ti. No puede ser que haya algo que esté impidiendo que tenga ilusión por producir. Mis discos son como hijos míos y no un negocio.Y a los únicos a los que realmente les importa mi arte es a mí y a mi público. Así que, a quién le interese lo que hago, que contribuya.

¿Podemos afirmar que sufre desafección por el sector?

Absolutamente. No sé cómo lo viven el resto de cantantes. Desde luego, yo lo vivo como una agresión. Todo son estrategias comerciales que me horrorizan. ¿Sabes los indignados?, pues yo reivindico lo mismo que ellos en mi sector.

¿Recuerda la primera vez que supo que quería cantar?

Lo sé desde que canto, que fue antes de hablar.Y siempre me he dejado llevar hasta hoy.

¿Todo ha fluído en su carrera?

Quizás tenga un extremado sentido de la ética, pero soy feliz así. Las cosas más bonitas que me han dado este trabajo han sido verdad. Como cuando conocí a Tete Montoliu. No nos buscamos, nos encontramos en un bar. El arte ocurre así. Es amor y emoción.

Opta por grabar boleros.

El flamenco y el bolero han ido creciendo en mi siempre de forma paralela. Estoy mejor considerada como cantaora. Pero cantar boleros responde también a un acto de libertad.

¿Cómo ve el estado de salud del flamenco español?

Hay materia prima, pero en pocos casos hay un producto final que se corresponda con el talento de esa persona. Hablo de todos los cantaores. Falta libertad artística y, si no la hay, las cosas son de plástico.

*Luz de Gas; Muntaner,246; Viernes y sábado a las 21.00 horas; Precio: de 31 a 35 euros.